La localidad almeriense de Benecid, limítrofe con la Alpujarra granadina, celebra este viernes, 22 de mayo, la festividad de Santa Rita. A las 12 h. se celebra la Eucaristía en honor a la Santa y, a continuación, se procesionará la imagen por las calles del pueblo. Al finalizar dicho recorrido habrá una paella en la plaza central del pueblo para todos los asistentes.
Santa Rita (nombre abreviado de Margarita), nació en 1381 en Roca-Porrena, muy cerca de Cascia (Italia). Fue hija única y concebida cuando sus padres eran ya ancianos. Por conveniencias familiares se casa con Pablo Fernando, de su aldea natal. Fue un verdadero martirio, pues Pablo era caprichoso y violento. Rita acepta su papel: callar, sufrir, rezar. Su bondad y paciencia logra la conversión de su esposo.
Vienen ahora años difíciles. Su soledad, sus lágrimas, sus oraciones. Intenta ahora cumplir el deseo de su infancia: ser religiosa. Tres veces desea entrar en las Agustinas de Casia, y las tres veces es rechazada.
Por fin, con un prodigio que parece arrancado de las Florecillas, se le aparecen San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino y en volandas es introducida en el monasterio. Es admitida, hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años, sólo para Dios.
La hora de su muerte nos la relatan también llena de prodigios. En el jardín del convento nace una rosa y dos higos en pleno invierno para satisfacer sus oraciones. Al morir, la celda se ilumina y las campanas tañen solas a gloria. Su cuerpo sigue incorrupto. Cuando Rita murió, la llaga de su frente resplandecía en su rostro. Era el año 1457. Leon XIII la canonizó el 1900.