Como es tradicional en las diócesis, la semana pasada tuvo lugar la felicitación del Clero al Obispo diocesano en el Seminario Casa de Espiritualidad «Reina y Señora» de Aguadulce (Roquetas de Mar). Se reunieron en torno al Obispo unos setenta sacerdotes diocesanos y los diáconos.
Comenzó el encuentro con el rezo de la hora intermedia de la Liturgia de las Horas. Después, ya en el salón de la casa, el Vicario general pronunció unas palabras de felicitación en nombre del presbiterio diocesano y de los diáconos permanentes de la diócesis. El Obispo respondió con su tradicional discurso de fin de año, que quiere ser siempre una exhortación espiritual y de alcance pastoral, y al mismo tiempo, un repaso de lo más significativo del año que acaba en la vida de la diócesis.
Precisamente abordó la asistencia pastoral con la que cuentan los pueblos de la provincia, señalando que todos los sacerdotes diocesanos suman un total de 142 presbíteros, de los cuales tienen cargo u oficio eclesiásticos en la diócesis 85. Son jubilados canónicamente 39 sacerdotes, pero siguen ejerciendo sus cargos después de haber presentado la carta de renuncia otros 6 sacerdotes y 12 sacerdotes más ejercen algún otro servicio en la diócesis como capellanes y profesores o educadores.
El Prelado añadió que a la marcha de los Franciscanos y de los Agustinos Recoletos hay que añadir la marcha de otros dos sacerdotes que dejaron la diócesis, al menos temporalmente, ausencia que se podrá paliar parcialmente con los nuevos sacerdotes ordenados en este año.
Monseñor González Montes dijo a este respecto que “el clero de la diócesis es, teniendo en cuenta sus cifras, relativamente joven, siendo nuestro presbiterio uno de los más jóvenes de España, con sus indudables ventajas y sus desventajas. Ventajas por el dinamismo que los jóvenes sacerdotes pueden infundir en la acción pastoral, trabajando con ilusión y voluntad de futuro para la Iglesia del Señor. Desventajas por el riesgo que representa para algunos sacerdotes hacerse cargo muy jóvenes de algunos cometidos pastorales que requerirían más tiempo de iniciación y experiencia y sentamiento en la cura pastoral para ejercerlos con maduración y acierto, lo que puede conducir a quemar etapas demasiado pronto. Por eso, he llamado a la responsabilidad a todos los sacerdotes para que a la hora de presentar candidatos al obispo para ocupar la función, por ejemplo, de arcipreste, se tenga en cuenta la experiencia pastoral que requiere este oficio para ser ejercido con eficacia. Otro tanto cabe decir de los sacerdotes elegidos para formar parte del Consejo presbiteral y demás consejos consultivos”.
Esa misma semana también tuvo lugar la felicitación al Obispo de la Curia diocesana y ministros del Tribunal Eclesiástico. El acto se llevó a cabo en los salones de la Casa Sacerdotal «San Juan de Ávila» de la Capital. El Pro-Vicario general don Miguel Romera Domene, pronunció unas palabras de felicitación al Obispo en nombre de todos, por hallarse ausente en razón del cargo, el Vicario general.
El Obispo, en su discurso de respuesta, destacó que la Curia diocesana o episcopal es definida por el Código de Derecho Canónico define como «instrumento» al servicio del ministerio del Obispo diocesano. El Obispo exhortó a los curiales y miembros del Tribunal a cumplir los compromisos del cargo con fidelidad, y a mantener la comunión, observando la normativa en lo que se refiere a las manifestaciones públicas de los diversos miembros y organismos diocesanos.
