Mons. González Montes, Obispo de Almería, celebró la Misa de exequias en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación.
El miércoles, 27 de octubre, el sacerdote diocesano y canónigo Bartolomé Marín Fernández falleció a las 23 horas. Monseñor González Montes, Obispo de Almería, celebró ayer la Misa de exequias en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación, a las 15 horas. A su término, el cuerpo de Marín Fernández fue trasladado hasta Albox, donde tuvo lugar el entierro a las 17:30h.
Nació en Albox el 20 de noviembre de 1925 y recibió el sacramento del Bautismo en la Parroquia de La Concepción de esta localidad, barrio de La Loma.
Realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de San Indalecio de Almería, en cuya capilla recibió el orden del diaconado el 17 de diciembre de 1949 por el Obispo diocesano, D. Alfonso Ródenas García, por quien también le fue conferido el sagrado orden del Presbiterado el 11 de junio de 1950 en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación, de Almería.
En 1950 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia Santa María, de Alcudia y encargado de las de San Lorenzo, de Chercos y Santa María de la Piedad, de Benitagla.
Amplió su formación académica, realizando en 1953 el examen de Estado, tras obtener la dispensa de escolaridad de los siete cursos que lo componían en el entonces vigente Plan de Estudios.
A partir de ello inició los estudios de la Licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, como alumno libre. Se especializó en Historia y obtuvo posteriormente el doctorado por la Universidad de Murcia, con la lectura de su tesis doctoral el 26 de junio de 1969, sobre “Corrientes humanas y evolución urbana en el Sureste”.
Desde 1952 a 1971 fue Delegado diocesano para la Catequesis, periodo en el que, junto a las iniciativas propias referidas a la formación de catequistas, promovió, en colaboración con la Inspección de Educación —de la que fue nombrado Asesor Religioso en 1967— la preparación de catequistas y de profesores de ERE, a través de los llamados “Centros de colaboración de Maestros”. Publicó algunos textos para la catequesis de infancia, ilustrados con su magnífica pluma de dibujante: “Historia Sagrada para niños” (para el primero y segundo grado escolar) en 1959; “Liturgia para niños”, en 1961 y “La Primera Comunión y el Misterio Pascual”, también en 1961.
Fue profesor de Religión en la antigua Escuela de Formación Profesional (posteriormente, Instituto Alhamilla, de Almería) desde el año 1952, y profesor en el Colegio Diocesano “San Ildefonso” y de Historia del Arte y de Dibujo en el Seminario, por nombramiento de 11 de octubre de 1960.
En 1974 fue designado por el Obispo diocesano Rector del Santuario de la Virgen del Saliente de Albox, creó el movimiento “Amigos del Saliente” y fundó la Biblioteca del Santuario.
Su inquietud por la pastoral obrera le llevó a la iniciativa de fundar una Hermandad católica Ferroviaria en 1953. Y su interés por la acción con los desfavorecidos le llevó a crear en 1987 el comedor social “Siquem” en una barriada de esta capital.
Capellán de la Compañía de María, y profesor de Historia medieval en la Escuela Universitaria de Magisterio. D. Bartolomé ha sido un sacerdote de trato amplísimo con sectores diversos de la sociedad, la cultura y vida intelectual de Almería, en donde, personas, instituciones y grupos sociales, han estimado, con su presencia, el activo de su sentido pastoral en medio del mundo y la dimensión pública de la cultura.
Ha sido prolífico articulista, crítico de arte, animador de tertulias (desde 1971 moderó la conocida “Tertulia Indaliana”) y artista decorativo. Es el autor del Proyecto de ábside de la Iglesia de Garrucha, que decoraría el pintor Luis Cañadas; diseñador del piso y el ambón de la iglesia de San Sebastián de Almería; autor de las pinturas de las iglesias de Senés, de Alcudia… y, como fino y serio caricaturista, ha realizado un sin fin de creaciones.
En 1986, el Obispo diocesano le nombró Encargado de las Parroquias de Benizalón y Benitagla y en 1988, Delegado diocesano para el V Centenario de la Evangelización de América.
Desde Abril de 1991 y hasta Junio de 1999, el Obispo D. Rosendo Álvarez Gastón le encomendó la Delegación Episcopal en Cáritas Diocesana.
En 1994 fue nombrado Canónigo del Cabildo catedralicio de la ciudad, hasta que, por edad, le fue aceptada la renuncia y pasó a la condición de Canónigo Emérito en 2003.
En 1995 fue nombrado Consiliario de la A. C. Gral de Adultos y en 1998, El obispo diocesano volvió a encargarle la atención de las Parroquias de Benitagla y Benizalón.
De 1999 a 2003 fue Delegado Episcopal de Ecumenismo y Vocal de la Junta diocesana de Patrimonio Cultural de la Iglesia en 2000.
Ha sido reconocida su personalidad cultural en el ámbito civil, como académico de número de la Real Academia de Ciencias, Letras y Bellas Artes de Córdoba. Durante su jubilación y hasta que las limitaciones de su ancianidad se lo han permitido, D. Bartolomé ha mantenido activa su acción y presencia pastoral en los medios de la cultura, siguió atendiendo las pequeñas Parroquias de Benitagla y Benizalón, y ejerció la capellanía en la comunidad de religiosas clarisas de la ciudad
Ha dejado abundantes creaciones de su trazo de buen dibujante, ha cultivado la expresión lírica — su última publicación es un conjunto de poemas— y ha continuado escribiendo, conversando y llevando el don de la Eucaristía, la reconciliación y la misericordia de la que fue consagrado.
