Del 1 al 3 de noviembre, la Casa de Espiritualidad de Aguadulce fue el escenario del segundo retiro Effetá, una iniciativa que reunió a más de 70 jóvenes en busca de profundizar su fe y fortalecer su sentido de comunidad. Este retiro, que en menos de ocho meses ya ha logrado celebrar dos encuentros con éxito, reafirma el crecimiento y la vitalidad de este movimiento espiritual juvenil.
En esta edición, participaron 41 «caminantes» y 38 «servidores» jóvenes, acompañados además por 10 “servidores” adultos. Los «caminantes» son aquellos jóvenes que, por primera vez, experimentan este retiro, mientras que los «servidores» son quienes los acompañan y apoyan en su recorrido espiritual, guiándolos a lo largo de toda la experiencia.
La organización del retiro destacó que “durante los días del retiro, los participantes se sumergieron en un ambiente de oración, reflexión y convivencia, lo que les permitió fortalecer su fe y reafirmar su pertenencia a la comunidad eclesial”. A lo largo de las jornadas, los jóvenes tuvieron momentos de introspección, charlas motivacionales y espacios de oración, todos orientados a fomentar una conexión más profunda con Dios y consigo mismos.
La misa de clausura, que marcó el final de este intenso fin de semana espiritual, fue presidida por el sacerdote D. Antonio Cobo en la capilla mayor de la Casa de Espiritualidad. Este momento culminante permitió a los jóvenes agradecer y recoger las experiencias vividas, y muchos expresaron su deseo de continuar participando en próximas ediciones y animar a otros a vivir este encuentro de fe.
El movimiento Effetá sigue consolidándose como una opción atractiva para los jóvenes que buscan enraizar su fe y hallar un espacio de pertenencia y apoyo dentro de la Iglesia. Con un segundo retiro realizado en tan poco tiempo, el éxito de esta iniciativa sigue motivando a más jóvenes a unirse, y ya se comienza a vislumbrar la posibilidad de un tercer retiro, fruto del entusiasmo y la demanda generada por los anteriores.