
El pasado 17 de julio, el Secretariado Diocesano de Migraciones de Almería celebró su encuentro de final de curso, un espacio dedicado a la evaluación del trabajo realizado durante el año y a la proyección de líneas de acción para el próximo periodo pastoral.
Uno de los momentos destacados del curso fue la Jornada Jubilar celebrada el 9 de noviembre de 2024 en Aguadulce, que contó con una amplia participación. Asimismo, se recibió la visita de Fernando Redondo, director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. Durante su estancia en la provincia, fue acompañado en un recorrido por distintos puntos de interés, como Cabo de Gata, los asentamientos de la zona de Níjar y la Casa Arrupe.
En el marco de la sensibilización y la oración, se conmemoró la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, coincidiendo con la festividad de Santa Josefina Bakhita, en la parroquia de Santa Teresa.
El pasado 22 de marzo tuvo lugar la ya tradicional Jornada de Formación y Reflexión, que en esta edición contó con la participación de Helena Maleno, activista del colectivo “Caminando Fronteras”. Bajo el título “Vida en la Frontera”, ofreció una profunda reflexión sobre la realidad de las migraciones. La jornada reunió a numerosas parroquias de la provincia y a diversas congregaciones religiosas.
De cara al nuevo curso, el Secretariado tiene previsto celebrar una jornada especial en la parroquia de Pechina, con motivo del Jubileo y la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. El lema escogido será “Migrantes, Misioneros de Esperanza”.
Durante el encuentro de cierre, se abordó también con preocupación la creciente tensión social generada por discursos de odio promovidos por grupos extremistas. Estas actitudes, basadas en el miedo y la desinformación, afectan a comunidades que hasta ahora convivían de forma pacífica y estigmatizan a personas que únicamente buscan una vida digna para ellas y sus familias.
Ante esta situación, el Secretariado Diocesano de Migraciones hace un llamado a las instituciones, parroquias, equipos pastorales y a la comunidad diocesana en general, a reflexionar profundamente desde la fe. Se invita a mirar la realidad desde una perspectiva evangélica, promoviendo la acogida, la protección, la promoción y la integración de las personas migrantes.
El encuentro concluyó con una oración comunitaria que recogió lo vivido a lo largo del curso y con la lectura de varios fragmentos de la síntesis del Encuentro de Formación. Uno de ellos recordaba que: “Es necesario un acercamiento personal y comunitario para conocernos, para amar y compartir. Desde la cultura del encuentro, tender puentes y generar espacios, aceptando a la otra persona, su cultura y su historia. Nos necesitamos mutuamente. Es una relación recíproca. Nos enriquecemos juntos.”