A lo largo de su pontificado, el papa Francisco ha tenido numerosos gestos con el pueblo gitano: visitando sus barrios, recibiéndolos en audiencias privadas y expresándoles su cercanía cada vez que le ha sido posible. Eso mismo fue lo que le transmitió después de una audiencia general al sacerdote almeriense Óscar Trujillo, delegado diocesano de pastoral gitana. Francisco le dio varios consejos para llevar a cabo su tarea.
“En la audiencia del Miércoles, el papa mostró mucho interés. En ese momento, se detuvo y me lanzó dos mensajes creo que muy bonitos y muy importantes. El primero es que acojamos al pueblo gitano, que le abramos las puertas. Y el segundo es que los hagamos sentir en casa; que se sientan en su propia casa. Me dijo: “Para que no se vayan”. Porque si no se les quiere, si no se les acoge, se van de la casa. Así que, en tono muy personal, me dijo: “Quiérelos mucho y haz que se sientan en su propia casa”, afirmó Oscar Trujillo a Rome Reports.
Ese mensaje fue el que llevó Francisco también a Eslovaquia en 2021, donde se reunió con una de las comunidades gitanas más grandes de Europa. Allí vivían unas 4.300 personas de esta etnia, para las que el papa pidió que se haga una pastoral cercana, que integre y no margine.
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