Con motivo de la reciente renuncia de S.S. Benedicto XVI, el obispo de Almería, monseñor González Montes, dispuso que desde el pasado 27 de febrero hasta que comience el próximo Cónclave, todos los sacerdotes celebren al menos una misa en acción de gracias por el don del Pontificado Romano que ahora termina, y por la salud y el bienestar físico y espiritual de nuestro amado Papa Benedicto XVI, y no dejen de encomendarle todos estos días en la oración, agradeciendo a Dios su magisterio y el cuidado y gobierno pastoral de la Iglesia universal que, durante casi ocho años, ha ejercido con fidelidad y amor incondicional a Cristo.
El Prelado también exhortó, al mismo tiempo, a todos los fieles, pero encarecidamente a las comunidades religiosas de clausura, a que encomendasen juntamente con los sacerdotes al Santo Padre Benedicto XVI, para que no le falte la ayuda del Señor en su retiro y dedicación a la oración por la Iglesia.
Además apuntó en su carta que a partir del momento en que, a las 20:00 del día 28, momento elegido por Benedicto XVI para dejar el ejercicio del ministerio de Sucesor de Pedro, se omitiese en la santa Misa en la santa Misa el nombre del que hasta ese momento ha sido el Papa de toda la Iglesia, y se nombre tan sólo en el memento de vivos al Obispo diocesano.
El obispo diocesano dijo, a tenor de lo anterior, que desde ese mismo momento, en todas las celebraciones de la santa Misa, cuando se recitaran las preces de los fieles se incluyese la súplica a Dios nuestro Señor para que asista con la acción del Espíritu Santo a los Cardenales de la Santa Iglesia Romana que han de gobernar la Iglesia hasta la elección del nuevo Papa y han de elegir al nuevo Pontífice Romano.
Una vez que el Colegio Cardenalicio anuncie el comienzo del próximo Cónclave, el Obispo de Almería dispondrá, mediante decreto, el orden oracional y las primeras disposiciones diocesanas ante la elección del nuevo Papa.