El Obispo de la Diócesis de Almería, Mons. Adolfo González Montes, se trasladó en la mañana del pasado domingo hasta el barrio de la capital almeriense de El Puche, para la ‘dedicación’ de la nueva iglesia de Ntra. Sra. Madre de Dios y la consagración de su nuevo altar.
El rito de la dedicación de templos y altares es una de las más solemnes acciones litúrgicas para la Iglesia. El lugar donde la comunidad cristiana se reúne para escuchar la Palabra de Dios, rezar y, principalmente, para celebrar los sagrados misterios, es imagen peculiar del templo espiritual edificado con piedras vivas. Pero concretamente el altar concentra la mirada del pueblo santo reunido para participar del sacrificio del Señor y alimentarse con el banquete, signo de Cristo, piedra fundamental y cimiento espiritual.
Los ritos que se celebran en la dedicación de una iglesia se centran en la aspersión como recuerdo del Bautismo, la unción del altar y de los muros de la iglesia como en la Confirmación, la cremación del incienso sobre el altar, y el revestimiento e iluminación de éste para celebrar finalmente la Eucaristía. De esta forma, el rito sigue los pasos de los tres sacramentos de la iniciación cristiana, reforzando el simbolismo de la iglesia como representación de la comunidad que se reúne en ella.
Un nutrido grupo de vecinos de El Puche no quiso perderse este momento histórico para la comunidad parroquial. Junto con el Prelado estuvieron el Vicario de la ciudad y zona centro, Juan Torrecillas Cano (quien hizo de maestro de ceremonias), y el Vicario episcopal para Asuntos económicos y obras, Miguel Romera Domene. A ellos se sumaron el sacerdote diocesano Juan Manuel Díaz, algunos Padres Paúles con el Padre Visitador Provincial al frente, así como el hasta ahora párroco de Santa María Magdalena de Los Molinos, P. Gonzalo; el año pasado trasladado a Burgos.
Cuatro seminaristas mayores, pertenecientes al Seminario Conciliar san Indalecio, estuvieron sirviendo el altar y se hicieron cargo de los cantos litúrgicos. La misa resultó muy hermosa en su desarrollo y, al final, se cantó el Salve Regina ante la imagen de la Virgen Madre de Dios, ya que es venerada en el misterio de la maternidad divina.
Se trata de una talla en madera muy bella en su sencillez, también obsequio del Obispado de Almería a la parroquia. Y es que el Obispado no sólo ha aportado el mobiliario litúrgico, sino esta hermosa pieza de devoción mariana y la talla en madera del magnífico Cristo crucificado que preside el presbiterio, a la que se suma el bajorrelieve en mármol que se ha embutido en la torre, una preciosa maternidad de María enmarcada en la torre bajo el campanario. Hay que sumar a estas piezas devocionales el Viacrucis, obsequio del Obispo a la parroquia, tallado en madera encerada.
En la homilía el Sr. Obispo glosó las lecturas y puso de relieve como la iglesia no es una pieza multiusos, en ella se proclama y resuena la Palabra de Dios y se celebran los sacramentos de la fe. Casa de Dios y recinto donde se congrega la asamblea litúrgica la iglesia material es un signo sacramental de la realidad espiritual de la Iglesia como realidad social y teológica, formada por los fieles, piedras vivas del edificio que se levanta sobre los apóstoles y la piedra angular que es Cristo, ésta simbolizada por el altar.
Al final de la consagración del templo, tomaron la palabra el Vicario episcopal para las Obras, quien se refirió a la dificultad que entraña dotar de medios y edificios a las comunidades cristianas y al esfuerzo realizado por la Diócesis. También habló el Cura párroco, Miguel Sánchez Alba, religioso Paúl, quien con otros dos sacerdotes de esta congregación forma equipo pastoral al servicio de la Diócesis.
Finalmente el Sr. Obispo agradeció a cuantos han hecho posible el nuevo templo, la gestión de la obra y el buen resultado logrado. Se refirió el Obispo al sentido social de esta inversión religiosa, puesta al servicio de una barriada necesitada de apoyo y en proceso de transformación. El Obispo pidió a los fieles su propio protagonismo como iglesia y les animó a colaborar en lo que puedan con su propia promoción social y religiosa.
Breve descripción de la iglesia
Ha sido construida por la empresa Bautista y Plaza, S.L, proyectada y dirigida por el arquitecto Miguel Nieto. Además de la entrada principal cuenta con una entrada lateral, que permite una correcta evacuación del recinto, que cuenta con un aforo importante, que da cabida a unas 350 personas sentadas en sus bancos, y hasta un centenar más en sillas y de pie cómodamente. El amplio presbiterio cuenta con una pieza de altar muy hermosa en mármol Macael sobre pilastras de color miel, con la cual hacen juego ambón y sede; y fuera del presbiterio, se alinea con estas piezas la muy acertada pila bautismal. Original es la capilla del Sagrario, que al igual que el presbiterio tiene un muro frontal estucado en oro, símbolo del mundo celestial. Ambos recintos, capilla mayor ocupada por el presbiterio y capilla del Sagrario se comunican, facilitando el acceso del sacerdote al Tabernáculo, pieza que también aporta el Obispado.
