Entre el 2 y el 4 de julio se ha celebrado en Aguadulce una nueva edición del Curso de Verano que la Extensión Cultural de la Diócesis organiza desde hace ya varios años. En esta ocasión el título que encabezaba las jornadas y los temas de las ponencias y diversas actividades realizadas ha sido el de «Fe católica y creación artística: el arte escenario de la nueva evangelización».
Las ponencias, mesas redondas y diversas actividades complementarias formativas de este curso han sido muy bien acogidas y valoradas por cuantos han participado en esta nueva edición. Hay que destacar el alto nivel y capacitación de los diversos ponentes venidos de todas España y del exterior para ofrecer unas conferencias muy especializadas pero asequibles a un público atento y participativo.
De entre todas las intervenciones, todas de gran nivel, destaca la llevada a cabo por monseñor Martínez Sistach, Cardenal Arzobispo de Barcelona. Fue presentado al auditorio y acompañado por el Obispo diocesano, monseñor Adolfo González Montes, quien puso de manifiesto junto con el dilatado currículo del señor cardenal, la fraternidad en el ministerio episcopal y la amistad que le une al señor cardenal junto a la hermandad en el ministerio.
Monseñor Martínez Sistach mostró ser un gran conocedor de la vida y la obra de Antonio Gaudí, que en la actualidad está en proceso de beatificación. La ponencia ahondó en la vida de este arquitecto y hombre de fe ejemplar que plasmó en su más conocida obra, La Sagrada Familia, toda una manifestación de la Historia de la Salvación expresada en bellas formas e imágenes que recogen aisladamente y en su conjunto toda una lección de Teología que nos indica que su autor era un hombre de fe y un gran conocedor de los Misterios de la fe. Así pues, el señor Cardenal de Barcelona, hizo un recorrido hermoso y bien trabado por las expresiones artísticas de la obra ubicada en la ciudad condal que van más allá de meras expresiones estéticas para conducirnos por el camino de la fe hacia el encuentro con Cristo, nuestro Salvador. Cada detalle de este edificio tiene un sentido bíblico y teológico, nada en él está puesto por casualidad o por mera estética. Entre los numerosos ejemplos que puso Su Eminencia indicamos uno: la altura de la Sagrada Familia es de doscientos setenta metros; la razón es que el monte más alto de Barcelona es el Montjuic y su altura es de trescientos metros. La altura de la ciudad sobre el nivel del mar es de treinta metros; por lo que la altura total de la Sagrada Familia es similar a la de Montjuic, pues el sabio y piadoso autor decía que la obra humana no puede superar la obra de Dios. Así pues, en este ultimo día del curso de verano, la presencia de Monseñor Martínez Sistach fue un momento culmen de este evento que contó con una numerosa asistencia y participación.
Ya en la tarde de ese mismo día, y tras la última ponencia, los participantes en el curso de verano fueron guiados por el interior de nuestra Catedral para gozar de las expresiones artísticas que ayudan a los fieles para la vivencia del misterio de la fe. La clausura tuvo lugar en el magnífico claustro de dicho templo mayor, terminando todos los actos con un breve concierto ofrecido por la coral «Luz de Alborán» que emocionó a cuantos contemplaron aquella música en aquel marco.