“Todo un éxito de convocatoria. Cuando planemos esta iniciativa los miedos a la respuesta fueron grandes, pero el Señor nos ha demostrado que es Él quien guía nuestras comunidades y nosotros sólo tenemos que dejarnos hacer por su Espíritu”, con estas palabras resumía el arcipreste D. Antonio Salvador la jornada vespertina del 12 de abril en la que más de 500 personas peregrinaron hasta la Catedral para recibir la gracia del Jubileo. Feligreses de San Isidro, san Pablo, San Pio X, Santa María Magdalena, Santa María Madre De Dios, San Luis Gonzaga, Monserrat, San Ignacio de Loyola, El buen Pastor, San Antonio y Jesucristo Redentor se unieron en “un solo Señor y una sola fe” para realizar la peregrinación por el V Centenario de la primera piedra de la Catedral de la Encarnación.
La jornada comenzó a las 19:10h en el Santuario de la Virgen del Mar. Allí, se rezaba a María peregrina pidiéndole que “ella fuera compañera de camino en esta peregrinación”. A las 20:00h el Dean de la Catedral abría las puertas de la Catedral para poder “entrar por la puerta santa, esa puerta que representa a Cristo Puerta hacia el Padre”. Seguidamente, el numeroso grupo se desplazó hasta el baptisterio donde renovaron sus promesas bautismales. En la capilla Martirial, junto al cuadro del Mártir que da nombre al arciprestazgo se comprometieron a ser “testigos valientes del Señor”.
Finalmente comenzaba la Eucaristía animada por un gran coro nutrido de todos los corros parroquiales y presidida por D. Francisco Ruiz Fornieles, Párroco de San Pio X y canónigo. En su homilía, explicó el sentido de cada uno de los símbolos que tiene la peregrinación: “una peregrinación que tiene que vivirse también en el corazón de cada creyente”.
Con la acción de gracias y la foto de familia se terminaba esta jornada que servía además para seguir fortaleciendo lazos comunitarios entre todas las parroquias de este recién formado arciprestazgo.