
El grupo de universitarios de la parroquia de la Preciosísima Sangre de Aguadulce propuso una audaz idea al párroco, Miguel Esteban: invitar a los cientos de vecinos que pasean a diario por el paseo marítimo a tener un rato de encuentro de adoración al Santísimo. Dicho y hecho. Fue el pasado sábado, 20 de agosto cuando se preparó un precioso altar en el jardín de la Casa de Espiritualidad que acogió a todas las personas que aceptaron esa invitación.
A la iniciativa la llamaron “UNA LUZ EN LA NOCHE” y, según los testimonios de los presentes ha sido todo un éxito. “Es bonito ver cómo incluso personas que estaban en la playa venían con la toalla, se la echaban encima y subían a estar un rato con el Señor”, contaba con alegría el párroco. Desde las 21:30h hasta las 00:30h, los presentes podían coger una serie de papelitos con frases del evangelio, “vitaminas para el alma” para todo el que aceptó esta invitación para cambiar el paso y pararse a contemplar al “amor de los amores”.