El pasado sábado 5 de noviembre la Parroquia Santa María de Ambrox de Dalías inauguraba la Gran Semana de la Misericordia con la que se quiere preparar para la clausura del Año Santo Jubilar de la Misericordia. La apertura de los actos corrió a cargo de D. Ángel Becerra Gómez, Vicario Parroquial de S. Sebastián de Almería, quien impartió en la Capilla de la Misericordia sita en el templo parroquial, una muy interesante y emotiva charla titulada El Padre Rubio, servidor de la Misericordia a la que asistió un nutrido grupo de fieles de la parroquia y algunos otros peregrinos de parroquias cercanas.
Al concluir la meditación los asistentes tuvieron ocasión de adentrarse en el Corazón Misericordioso de Cristo mediante la Adoración Eucarística, la celebración del Sacramento de la Reconciliación, el rezo de vísperas y de la coronilla de la Misericordia y la celebración de la Santa Misa.
La Sede Jubilar de Dalias centrará durante toda la semana sus actividades en torno a la Misericordia que brota del Crucificado y que nos pide que seamos luz en medio del mundo como lámparas encendidas llevando la Luz de Cristo a todas las gentes. Se trata de ayudarnos a vivir estos últimos días del jubileo recorriendo el camino de conversión que nos lleva a lucrar las indulgencias y a una autentica renovación de nuestras vidas.
Entre otras muchas actividades cabe destacar la charla que el D. Juan José Martín Campos, Párroco de S. José de Almería, impartirá en la víspera de la clausura del Año Jubilar bajo el título S. Juan Pablo II y Sta. Faustina Kowalska, Apóstoles de la Misericordia.
La comunidad parroquial y todos los fieles y devotos del Santo Cristo de la Luz están invitados a clausurar el Jubileo el domingo día 13 participando en una solemne celebración que comenzará con una breve procesión desde la plaza Juan Pablo II Magno hasta la Iglesia donde al finalizar la Santa Misa se procederá a un Besa pies extraordinario al Santo Cristo de la Luz en agradecimiento por su gran misericordia y todos los beneficios otorgados a la Iglesia a lo largo de este Año Santo. Finamente habrá ocasión de compartir la alegría de la fe y de la misericordia en una comida de confraternidad.
