Más 3.600 personas participaron en la gran alameda de Berja en la misa de coronación de la sagrada imagen de Nuestra Señora de Gádor. Fue un acto cargado de piedad popular auténtica. Acudieron los sacerdotes que pudieron, incluso de la vecina archidiócesis de Granada. La Coronación vino precedida por la novena, en la que el triduo final estuvo a cargo del obispo de Jaén, Mons. Amadeo Rodríguez Magro; el Cardenal Carlos Amigo, Arzobispo emérito de Sevilla; y el Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez. La misa de coronación y el acto de la coronación correspondió al Obispo de Almería.
Acompañando al pueblo fiel, se hallaban presentes autoridades civiles y militares, alcaldes de toda la comarca de diversos signos políticos, porque la devoción a la Virgen de Gádor no entiende de partidismos políticos. Entre las autoridades se hizo presente también el Subdelegado del Gobierno, el Presidente de la Diputación y otras autoridades y personalidades, que secundaron tan numerosa presencia del pueblo. Acudió el Seminario Mayor con su Rector, oriundo de Berja, y los seminaristas acolitaron y sirvieron el altar y las funciones litúrgicas. Es de destacar tanto la presencia de unas treinta religiosas de Esclavas de la Santísima Eucaristía, congregación que tiene la custodia del Santuario de Nuestra Señora de Gádor, como el despliegue de la Hermandad de la Virgen. Habían sacado a la calle los patronos de todas las parroquias de la unidad pastoral de Berja.
Comenzada la celebración se leyó el decreto por el que el Obispo diocesano procedía a la Coronación “en nombre y con la autoridad del Papa Francisco”. Al llegar el momento de la Coronación, tras la homilía y la recitación del símbolo de la fe, el Alcalde de Berja y la Superiora de la Comunidad de Religiosas portaron las coronas del Niño y de la Virgen, apadrinando el acto, para ponerlas en manos del Obispo con la ayuda del Cura párroco y de uno de los diáconos permanentes. Cuando fueron coronadas las sagrada imágenes, el disparo de cohetes ensordecedor marcó el punto culminante de “un anhelo de generaciones”, como ha titulado el Prelado de Almería, Mons. González Montes, su Carta pastoral con motivo de la Coronación de una de las imágenes de la Virgen más amadas en la diócesis almeriense y verdadera devoción de todo el Poniente y de su “mar de plástico”.
En resumen, un día grande para la Iglesia de una comarca difícil por su pluralismo para la evangelización que hoy está en marcha con gran esfuerzo de la Iglesia diocesana, secundando el magisterio de los últimos papas y el impulso del Papa Francisco.
