La semana pasada se celebró en Almería la Jornada diocesana de Migraciones, convocada por el Secretariado diocesano de Migraciones, perteneciente a la Delegación diocesana de Pastoral Social y Caritativa.
El encuentro tuvo lugar en Aguadulce en la Casa de Espiritualidad “Reina y Señora” en un ambiente cálido y alegre. La presentación corrió a cargo del Vicario episcopal Manuel Pozo, el cual acogió con afecto a los participantes en nombre del Obispo diocesano, monseñor Adolfo González Montes.
Durante la mañana, se presentó la realidad de las migraciones desde el punto de vista histórico y geográfico, hasta llegar a descubrir la situación actual de la provincia de Almería. En una segunda fase, se analizó con detalle los resultados de las encuestas enviadas a las parroquias de la diócesis, con el fin de conocer la labor diaria con inmigrantes, sus necesidades y demandas.
Tras esta primera reflexión, Juan Antonio Plaza, Delegado de Pastoral Social y Caritativa, expuso con claridad los fundamentos para juzgar esta realidad de la inmigración a la luz de la Palabra y desde la doctrina social de la Iglesia.
Después de compartir comida y experiencias, los asistentes se dispusieron a buscar en grupo líneas de actuación que ayudaran a hacer un camino común: ¿Qué falta en la Pastoral de Migraciones? ¿Qué se puede hacer en las parroquias de una forma concreta? y ¿qué se le pide al Secretariado de Migraciones? Fueron los tres interrogantes que había que resolver y compartir.
Una puesta en común eficaz y distendida proporcionó valiosas referencias para la meditación y el trabajo que ahora debe desarrollar el Secretariado para dar respuestas a las demandas planteadas por las personas que asistieron al encuentro.
Al final de la jornada, Juan Antonio Plaza despidió a los presentes encomendándolos a dar testimonio, con la ayuda del Espíritu, de lo que allí habían oído y vivido a la luz del Evangelio. Un pequeño cactus, ensueño de vida en esta tierra yerma, será para todos nosotros parábola de Esperanza hasta el próximo encuentro.