El pasado 5 de octubre la Parroquia de san Joaquín de Garrucha se desplazó hasta la casa de espiritualidad Reina y Señora de Aguadulce para iniciar el curso 2024-2025 con una jornada de reflexión guiada por el Obispo diocesano, D. Antonio Gómez Cantero.
Él mismo se encargó́ de dar la bienvenida a los casi 70 participantes que acudieron al evento representando a los diferentes grupos parroquiales existentes en la citada comunidad cristiana. Sobre las 10:00h dirigía una meditación orientada al discernimiento personal y comunitario sobre cómo realizar adecuadamente el primer anuncio del Evangelio en el pueblo de Garrucha. Para ello se apoyó en el texto del “camino de Emaús”, relatado en el Evangelio de san Lucas. Al término de su explicación, tomaron la palabra Javier Torres Juárez, delegado episcopal para el Apostolado Seglar, que informó a los asistentes de los diferentes instrumentos que tiene la Iglesia para realizar un primer anuncio del Evangelio, y Francisco José Hernández Hernández, presidente de la Asociación Acción Católica General, que propuso una serie de cuestiones para el trabajo por grupos. También fue la ocasión perfecta para que se presentase Raúl Torregrosa Pardo que, junto a José Antonio García Guijarro, en el presente curso 2024- 2025 realizarán su formación pastoral en esta Parroquia de la costa almeriense.
Al encuentro asistieron personas de muy variada edad: niños, adolescentes, jóvenes y adultos. La mañana transcurrió con un intenso trabajo por grupos que representaban, además, las diferentes realidades eclesiales existentes en la Parroquia: Cáritas, Catequistas, Grupos Juveniles, Vida Ascendente, Hermandades y Cofradías, Acción Católica General, Coros Parroquiales y los diferentes Agentes de Pastoral que atienden diversas necesidades que demanda la misión de construir el Reino de Dios.
Tras la comida, en la que D. Antonio compartió mesa con los participantes del encuentro, se produjo un coloquio en el que los feligreses de Garrucha descubrieron que la Diócesis de Almería cuenta con un Pastor humilde y cercano, pues respondió con mucha naturalidad a todas las preguntas que, de forma distendida, se le plantearon.
Profundamente agradecidos por una jornada de comunión eclesial, el párroco, José María Parra Verdú se hacía eco de los sentimientos que le manifestaban sus feligreses y le transmitió al Señor Obispo la disposición de todos para colaborar con él en el anuncio del Evangelio en la Diócesis de Almería. Ya de camino a Garrucha el comentario era unánime: “El Espíritu Santo nos ha dado esperanza para seguir siendo testigos de su Amor con nuestras obras y palabras”.