El Colegio Diocesano almeriense se inaugura con la presencia del Nuncio. Este viernes 27 de febrero, con motivo de la inauguración oficial del nuevo edificio del Colegio Diocesano San Ildefonso, visita Almería el Nuncio de su Santidad, D. Manuel Monteiro de Castro, invitado por Monseñor González Montes, Obispo de Almería, para bendecir las instalaciones del centro educativo. Acto que también contará con la presencia del Alcalde de la capital, Rodríguez Comendador, junto con diversas autoridades civiles y académicas.
El nuevo edificio, presidido por los cuadros de San Ildefonso y el Obispo de Almería, alberga a más de 400 alumnos entre infantil, primaria, secundaria y bachillerato. Las características más sobresalientes del centro docente son los servicios de comedor y cocina “in situ”, y el equipamiento multimedia que poseen las aulas (ordenadores o pizarras digitales), así como otros recursos tecnológicos de última generación. Tal es el caso del laboratorio de química, cuyo avanzado equipamiento prepara a los alumnos de bachillerato para las pruebas que se les plantearán en la Universidad.
Sin embargo, las novedades no se reducen al plano material y técnico. Desde hace 5 años, el alumnado adquiere sus conocimientos de forma bilingüe, lo que ha favorecido substancialmente las mejoras curriculares de todos los niveles. Es decir, además de aprender un segundo idioma como es el inglés, el rendimiento de los alumnos en el resto de las materias ha mejorado considerablemente.
Incluso la propia estructura del edificio se ha configurado de forma pedagógica: los grandes espacios, el silencio que reina en el recinto a pesar de encontrarse en plena ciudad y la gran luminosidad imperante favorecen la capacidad de aprendizaje de los alumnos de cualquier nivel.
Con todo, las mejoras del edificio y del equipo docente han posibilitado que el Colegio San Ildefonso pueda impartir bachillerato en las modalidades de Ciencias Sociales y Humanidades, así como el de Ciencias y Tecnología. Se trata, pues, de un colegio que, además de sus muchas mejoras, cuida ante todo los signos cristianos como expresión de la identidad católica y medio educativo, continuando con el ideario primero por el cual nació este centro: “la educación cristiana de la infancia y la juventud”. Por ello incluye, dentro del horario escolar, momentos de oración y celebración de la Eucaristía.