Por parte de la comunidad del Seminario mayor de Almería.
Con el rezo solemne de Vísperas, presidido por el Obispo diocesano, Mons. Adolfo González Montes, seguido del canto del Te Deum, himno de alabanza y acción de gracias, la comunidad del Seminario mayor de Almería concluyó los actos de conmemoración de su cuatrocientos aniversario el pasado fin de semana. Esta clausura doméstica del IV centenario ha tenido como marco diocesano una gran vigilia d oración por las vocaciones celebrada el 4 de junio pasado, que contó con una multitudinaria asistencia de jóvenes y personas que oran por los seminaristas y sacerdotes, seguida el día 5 de una misa solemne, acto académico y comida de fraternidad, con la asistencia de representantes diocesanos de diversos grupos sociales y comunidades.
Fue comentado el concierto de música polifónica interpretado por los mismos seminaristas mayores, muy aplaudidos por los asistentes. Se suman a estos actos conmemorativos otros como el encuentro de las familias de los seminaristas en con el Obispo de la diócesis, Rector y equipo de formadores, que tuvo lugar en el Seminario de verano de Aguadulce (Roquetas de Mar) el 18 de julio.
Está en la fase de preparación la edición de un libro memorial de este IV Centenario, en el que se hace crónica de la historia fundacional del Seminario y de la moderna restauración del mismo tras la guerra civil del pasado siglo y la persecución religiosa. Los autores reflexionan sobre la preparación humana, espiritual, intelectual y pastoral exige el ejercicio del ministerio sacerdotal en la Iglesia; y abordan el estilo de vida en el transcurso ordinario del tiempo cuando la comunidad de seminaristas habitaba el viejo caserón de la Plaza de la Catedral, así como el estreno y primera andadura del nuevo edificio de la carretera de Níjar, ahora restaurado.
Fundado en 1610 por el Obispo Fray Juan Portocarrero OFM, el Seminario es, sin duda, una de las grandes aportaciones del Concilio de Trento a historia moderna de la Iglesia. Un acierto de los padres conciliares que costó asentar, pero que se abrió camino histórico con gran éxito, por su idoneidad para garantizar la necesaria preparación que requieren los candidatos al sacerdocio. La esmerada formación humana, espiritual, intelectual, pastoral y comunitaria que ofrece la vida en el Seminario constituye un pilar fundamental sobre el que se apoya después el ministerio del presbítero.
En la actualidad el Seminario de Almería cuenta con 22 seminaristas mayores que cursan Estudios Eclesiásticos: 5 en el primer curso, 2 en segundo, 2 en tercero, 2 en cuarto, 8 en quinto, y 3 en sexto.