D. Adolfo González Montes publica una Carta pastoral titulada «Dar el pan de la Palabra y de la Eucaristía». La Carta aparece firmada el 2 de febrero de 2008, fiesta de la Presentación del Señor, y consta de 41 números que agrupan uno o varios parágrafos, para lograr una más fácil lectura e identificación del testo.
El motivo de la Carta es el lanzamiento del nuevo Plan pastoral de la diócesis de Almería, que tendrá una vigencia de 2008 a 2011. La carta describe la situación cultural y espiritual de nuestro tiempo y los trazos de la sociedad actual, marcada por una espiritualidad vaga y difusa estilo Nueva Era, que diluye la fe cristiana en una espiritualidad de conveniencia y corrección cultural al uso. Analiza los logros de la sociedad de hoy y el nuevo contexto europeo, que acusa un debilitamiento de la fe cristiana.
La carta se dirige a todos los diocesanos: sacerdotes, religiosos y religiosas y movimientos y sociedades apostólicas, y plantea como objetivos pastorales definidos la respuesta de la comunidad cristiana al relativismo como ideología imperante, que afecta a importantes campos de la sociedad, como la legislación sobre la investigación en el campo de la ingeniería genética, reproducción y defensa de la vida. Esta respuesta sólo se podrá dar si se intensifica la acción evangelizadora de la Iglesia y se programan acciones pastorales que mejoren la catequesis.
Ante la urgencia de la situación, es objetivo prioritario del nuevo Plan pastoral la transmisión de la fe, por lo cual se ha de seguir trabajando en la dirección tomada por el plan anterior de 2003 a 2006, prorrogado hasta ahora en la diócesis. Particular empeño pone el Obispo de Almería en reavivar la “pastoral matrimonial y de la familia”, primera escuela de la fe e “iglesia doméstica”, transmisora de los valores evangélicos.
Finalmente, la Carta pastoral propone acciones concretas para la revitalización del culto cristiano, con especial atención a la acción de los sacerdotes y de sus colaboradores. La liturgia es campo de privilegiada atención del Obispo almeriense, que insiste en la necesidad de seguir trabajando en la pastoral eucarística conforme a la mente de la Iglesia.
La Carta llamada la atención sobre la necesidad de presentar el misterio de la Iglesia según la doctrina de la fe como sacramento de salvación.
