Una antigua tradición narra que en el año de 1218 la Sma. Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a socorrer a los que eran llevados cautivos a sitios lejanos.
San Pedro Nolasco, apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort, fundó la Orden religiosa de Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes. La palabra merced quiere decir: misericordia, ayuda, caridad. Esta comunidad religiosa lleva muchos siglos ayudando a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
Desde el año 1259 los Padres Mercedarios empezaron a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual está muy extendida por el mundo.
Siguiendo la estela de la tradición de la Iglesia, los feligreses de Balerma concluyeron el pasado fin de semana sus fiestas patronales, celebradas precisamente en honor de la Virgen de las Mercedes. El sacerdote diocesano, Juan José Martínez Tur, presidió la Eucaristía de esta advocación mariana. Y tras la ceremonia litúrgica, la venerada imagen salió en procesión por las principales calles de esta población del poniente almeriense, hasta llegar a la playa, donde fue embarcada para continuar la procesión bordeando la costa.