
Estos días previos a la Navidad se han vivido con especial intensidad en el barrio de La Chanca, donde ayer, 20 de diciembre, tuvo lugar el hermanamiento entre la Parroquia de Santa María de Belén y la Parroquia de San Isidro, en un ambiente marcado por el auténtico espíritu navideño.
La jornada comenzó con una misa celebrada en la parroquia de La Chanca, en la que participaron hasta cuatro coros, poniendo música y alma a la Eucaristía. Cantaron el Coro Parroquial de Regiones, el Coro Jayrán, Las Gaviotas y Son de Luz, combinando momentos de misa flamenca —a las 19:00 horas— con villancicos tradicionales que fueron acompañando el resto de la celebración.
Tras la misa, la fiesta continuó en la puerta del templo con una zambomba flamenca, donde vecinos y asistentes compartieron villancicos, mantecados y anís alrededor de una candela.
El párroco de ambas parroquias, D. Óscar Trujillo, destacó el profundo significado de este encuentro: «Fue un momento de acercamiento entre la gente y de romper prejuicios y estigmas, al ver el cariño y la acogida de los vecinos de La Chanca». También quiso poner en valor el trabajo conjunto que ya se viene realizando gracias a un grupo de voluntarios de Regiones, que colaboran activamente con la parroquia de Belén en tareas de catequesis, Cáritas y clases de refuerzo escolar. A ello se suma la ayuda constante de las Siervas de los Pobres y de una Hija de la Caridad, cuya labor es especialmente agradecida. Con ilusión, el párroco añadió: «Estamos llenos de ilusión y proyectos gracias al deseo de la gente de ver su parroquia funcionar».
Uno de los momentos más emotivos de la jornada se vivió cuando, tras la celebración, se volvió a colocar al Señor en el sagrario, un gesto sencillo pero profundamente simbólico que marcó el corazón de todos los presentes.
Una Navidad distinta, vivida desde la fe, la música y el encuentro, que dejó claro que en La Chanca la alegría se comparte y los lazos se fortalecen.

