Baza ha celebrado el 8 de septiembre el día de la Virgen de la Piedad, en la festividad de la Natividad de la Virgen, con un solmene pontifical en la Iglesia de la Merced. La Eucaristía ha estado presidida por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García Beltrán, y concelebrada por todos los párrocos y sacerdotes del arciprestazgo de Baza.
El Sr. Obispo ha comenzado su homilía agradeciendo la labor que Salvador Olivares, párroco de San Juan Bautista, ha realizado en sus casi 20 años de ministerio y ha dado la bienvenida a Emilio Fernández, nuevo párroco de San Juan y rector del Templo de la Virgen de la Piedad.
De igual modo ha saludado a la nueva Hermana Mayor de la Hermandad de la Virgen de la Piedad, al Cascamorras, a la Corporación Municipal, autoridades civiles y a los numerosos feligreses congregados en la iglesia.
En su homilía ha hablado de la libertad, la convivencia y la paz. Libertad como instrumento para hacer el bien a los demás, la misma que tuvo María al aceptar los designios divinos y la misma que la hizo «esclava» por amor a Dios.
Se ha referido a la convivencia basada en la confianza y en una vida conforme al Evangelio, cuyo pilar ha de ser la igualdad o, lo que es lo mismo, la fraternidad. El prelado insistía en fomentar una cultura del encuentro y el diálogo para la construcción de un mundo mejor.
Terminaba su homilía recordando la jornada de ayuno y oración por la paz que celebró la iglesia el sábado 7 de septiembre por la tarde. «Una paz para construir un mundo en paz, pues la guerra es consecuencia de la pobreza e injusticia», dijo Mons. García.
Los cantos de la celebración han estado a cargo del Coro Alcazaba, de Baza, que cumple este año su XXXV aniversario y que ha interpretado brillantes piezas marianas.
Juan Carlos Valle