Como antesala a las fiestas patronales del mes de octubre, la festividad del Niño del Remedio en la población de Gádor congregó la semana pasada a cientos de fieles en torno a esta devoción, en la que los niños de la localidad tienen un protagonismo específico. Son precisamente ellos quienes llevan sobre sus hombros la imagen del Niño Dios, en procesión, por las calles de Gádor. Y una vez que llegan a la plaza central es cuando tiene lugar la tradicional ofrenda floral por parte de los infantes y sus padres.
El párroco, Victoriano Montoya Villegas, fue depositando los distintos ramos que ofrecían las familias a los pies de la venerada imagen. Un domingo, en definitiva, en el que la devoción al Niño del Remedio unió a hijos y padres bajo la misma fe.
