Entre 1704 y 1705, el volcán de Güímar entró en actividad, provocando numerosos y continuos terremotos que, de manera especial, se sintieron en la Villa de La Orotava, motivando múltiples pérdidas, llegando incluso a considerarse en estado de ruina el templo parroquial de La Concepción.
El 14 de febrero de 1705, tras las rogativas de protección que el pueblo había llevado a cabo ante la sagrada imagen de Nuestra Señora de La Candelaria, los temblores de tierra disminuyeron en número e intensidad hasta concluir definitivamente. Por ello, en acción de gracias por su divina protección, el Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, en nombre de todos los orotavenses, hizo voto público y solemne de asistir y sufragar los gastos de una celebración anual en su honor a perpetuidad, considerándola Madre protectora e intercesora del municipio.
A las 12 del mediodía de este dos de febrero será la eucaristía en la parroquia de La Concepción. En el transcurso de la celebración se procederá a la tradicional bendición de las candelas, la presentación de los niños bautizados en el último año a la Virgen y las habituales peticiones por todas las necesidades y ámbitos del municipio. Al concluir la Santa Misa, se llevará a cabo el solemne acto de la renovación del Voto perpetuo del Excmo. Ayuntamiento de la Villa ante la imagen de Nuestra Señora. Seguidamente será la proceción de la sagrada imagen de la Santísima Virgen de La Candelaria, Madre protectora perpetua del municipio.