El Musical «No tengáis miedo» completa el Auditorio Víctor Villegas con miles de personas de toda la Región.
“No tengáis miedo”. Las palabras del nuevo beato que durante semanas han sonado en Murcia anunciando el Musical sobre Juan Pablo II cobraron vida ayer en el Auditorio Víctor Villegas. Miles de personas completaron el auditorio para disfrutar de este espectáculo que desde Cuenca ha traído a la Diócesis de Cartagena el testimonio de Karol Wojtyła a través del teatro y de la música.
Entre los asistentes se encontraban el Sr. Obispo, Mons. José Manuel Lorca Planes, el Alcalde de Murcia, D. Miguel Ángel Cámara, formando parte de un público de familias con niños, sacerdotes, religiosas, seminaristas… fieles de toda la Región, que quedaron entusiasmados con la representación. Promovido por la Diócesis de Cartagena, la Delegación de Enseñanza y de Juventud, el Beato Juan Pablo II fue el protagonista del día de ayer durante las dos sesiones (mañana y tarde) del Musical.
En la sesión de por la tarde, el Obispo de Cartagena tuvo unas palabras de recuerdo para los damnificados del terremoto de Lorca. El Prelado explicó la situación en la que se encontraba esta ciudad después de la catástrofe y, agradeciendo toda colaboración, invitó a rezar por esta intención, transmitiendo que el Señor ya conoce el corazón de las personas y Él sabrá interpretar toda plegaria. Así se unieron en el escenario el Sr. Obispo y varios sacerdotes a los actores de Cuenca para, acompañados por la oración del resto del auditorio, rezar un Padrenuestro cantado antes de dar paso al Musical.
Esta obra sobre Juan Pablo II titulada “No tengáis miedo” es iniciativa del Obispado de Cuenca, concretamente de las Delegaciones de Enseñanza y Juventud. Estrenada el 8 de enero de este año en el Auditorio de Cuenca, ha iniciado una gira por varias ciudades de España y tienen previsto representarla en Polonia en agosto de 2012, en Wadowice, el pueblo natal del Pontífice.
La dirección y producción de este Musical está a cargo del sacerdote conquense D. José Antonio Fernández, Delegado de Enseñanza del Obispado de Cuenca y Maestro de Capilla de la Catedral de Cuenca. A partir de un guión elaborado por la periodista Águeda Lucas, dan vida a este Musical alrededor de un centenar de intérpretes, entre ellos profesores, alumnos de Religión, agentes de Pastoral Juvenil, voluntarios y algunos profesionales. La representación está compuesta por trece temas, cada uno de ellos con su propia coreografía y orquesta en vivo. En la composición de las piezas han intervenido, junto al Director, colaboradores habituales de la Delegación de Juventud de la diócesis de Cuenca, entre los que se encuentran algunos sacerdotes.
Quince días después de ser proclamado beato, el de ayer fue un recorrido a través del arte musical de la vida de Juan Pablo II. Escenas que abarcaban episodios desde su juventud hasta su toma de posesión como Pontífice. Los diálogos y canciones abordaban temas como el amor que Karol Wojtyla tenía a su familia, la unión con su hermano y la solicitud por su padre, la estrecha amistad con sus amigos, su pasión por el teatro, su actitud pacificadora ante la guerra… Reflejaba también su época como profesor de universidad y el vínculo con sus alumnos. Uno de los momentos más emocionantes que despertó los aplausos del público fue el de su elección como Papa por el cónclave, escena que estuvo acompañada por las imágenes reales del gran acontecimiento de Roma.
Esta actividad se enmarca dentro de la preparación de los Días en las Diócesis de Cartagena, previos a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará el próximo agosto en Madrid. De hecho, el Musical actuará en la capital española el próximo verano, de cara al esperado encuentro con el Santo Padre.
A sólo unos días de la beatificación de Juan Pablo II, el Musical “No tengáis miedo” ha contribuido a que en Murcia se respire de un modo más intenso el perfume que el Pontífice polaco ha dejado en todo el mundo: el de Cristo y de María. Y así como él mismo nos ha enseñado, le han recibido también en la diócesis de Cartagena: “abriéndole las puertas de par en par”.