El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, fue el encargado de inaugurar el día 28 de marzo la XVI Semana de la Familia y de presentar al primer conferenciante, el Cardenal Prefecto de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, Mons. Antonio Cañizares.
El Cardenal Antonio Cañizares abrió el ciclo de conferencias previsto para toda la semana con la ponencia titulada "La Familia en el reciente Magisterio Pontificio: de Juan Pablo II a Benedicto XVI".
Al hilo de este título, explicó que "son dos magisterios sobre la familia que no tiene parangón en toda la historia del magisterio pontificio, que necesitamos escucharlos, aprender sus enseñanzas, llevarlas a la práctica, que sin duda ninguna, sería una nueva primavera no solo para la Iglesia sino para la humanidad".
Mons. Cañizares continuó reflexionando sobre la situación que atraviesa la institución familiar, teniendo presente la realidad española. Aludiendo a unas palabras del Papa Benedicto XVI en las que decía que "la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios, el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas". D. Antonio Cañizares comentó que nuestro país está necesitado de aliento, de fortalecimiento y apoyo para las familias, por el grave e irresponsable acoso del que es objeto: "No es para pasar por alto que en los últimos años hemos asistido a una verdadera escalada contra la familia". Ante esto, explicó que España ocupa uno de los últimos lugares de Europa en política familiar, que es la nación europea con más bajo índice de natalidad, donde la población juvenil más a decrecido y donde el número de abortos en los últimos años más ha aumentado.
Además, indicó que las palabras de los dos Papas y sus testimonios a favor de la familia ofrecen a todo el mundo luz y caminos para fortalecer la familia en la que se juega, en expresión de Juan Pablo II, el futuro del hombre: "El bien del hombre y de la sociedad está profundamente vinculado a la familia; el futuro de la humanidad se fragua en la familia; es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover la verdad que constituye y en la que se asienta la familia, así como los valores y exigencias que ésta presenta".
Mons. Cañizares señaló que la familia debe ser ayudada y defendida mediante medidas sociales apropiadas y una nueva cultura que sea precisamente la nueva cultura de la familia y de la vida. Por eso, animó a todos los presentes a ver el magisterio de los Papas en su conjunto.
En lo que se refiere a Juan Pablo II, D. Antonio Cañizares disertó sobre el tema de la familia aludiendo a las encíclicas "Redemptor hominis, Veritaris splendor y Evangelii nuntiandi", destacando su exhortación apostólica "Familiaris consortio".
Refiriéndose a la primera encíclica de Juan Pablo II, el ponente aseguró que no podemos entender la familia si no es a la luz de Cristo. Al hilo de esto, destacó que "no tengamos miedo a abrir nuestras puertas a Cristo".
D. Antonio Cañizares recalcó también que la familia es un camino común, del cual no puede alejarse el ser humano: "La familia es camino de la Iglesia y este camino es inseparable de Cristo". Juan Pablo II definió a la familia como comunidad de personas y comunidad de amor.
Por otro lado, Mons. Cañizares aseguró que "es urgente una nueva evangelización para renovar y revitalizar la familia cristiana". Además, instó a abrir las puertas a Cristo para encontrar la verdadera libertad y la vida verdadera.
Así pues, teniendo presente las palabras del Papa, el conferenciante dijo que la belleza de la familia está unida a la vida de Jesucristo: "El sacramento de la familia y del matrimonio visualiza en la unión del hombre y de la mujer lo que es el amor de Cristo por su Iglesia".
Para explicar el magisterio de Benedicto XVI, la encíclica "Deus Caritas Est" fue uno de los documentos clave en los que el Prefecto para la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos basó la segunda parte de la conferencia.
Mons. Cañizares manifestó que hoy les es posible a los cónyuges superar las dificultades y mantenerse fieles a su vocación, recurriendo al apoyo de Dios con la oración y participando asiduamente en los sacramentos, en particular, en la Eucaristía.
El Papa Benedicto XVI nos recuerda que la familia cristiana tiene hoy más que nunca una misión ineludible como es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo en inserción en la comunidad eclesial. "Los padres son los primeros evangelizadores de los hijos", afirmó.
Concluyó diciendo que, además de la Palabra de la Iglesia, "es muy importante el testimonio público de las familias cristianas, especialmente para reafirmar la intangibilidad de la familia humana desde la concepción hasta su término natural, el valor único e insustituible de la fundada sobre el matrimonio y las medidas legislativas y administrativas que sostengan las familias en la tarea de engendrar y educar a los hijos. Una tarea esencial para nuestro futuro común".