La población de la Alpujarra almeriense de Laujar de Andarax vive con una intensidad especial esta conmemoración, que se celebra durante el mes de febrero.
Uno de los proyectos que la Hermandad de la Virgen ha llevado a cabo, para esta ocasión, ha sido la restauración de la plaza de la ermita que alberga a la venerada imagen, eliminando las barreras arquitectónicas que dificultaban el acceso de los mayores del lugar. Unas obras que recuperan, casi en su totalidad, la estampa originaria de la plaza del recinto sacro. Algo más de 20.000€ es el importe que Hermandad y Ayuntamiento, junto con las generosas aportaciones de los fieles, acometieron para sufragar los gastos de esta restauración.
Además de la nueva construcción, otros actos conmemorativos tapizan el mes de febrero con motivo de los tres siglos de historia de la ermita de la patrona de la villa alpujarreña. Fue el caso del concierto que dieron en la ermita de la Virgen de la Salud la Orquesta de cuerda de Grado Profesional y la Banda de Grado Profesional del Conservatorio de Música de El Ejido, el pasado jueves.
La siguiente cita será a las 19:30h del próximo sábado, 12 de febrero, donde el historiador del Centro Vigitano de Estudios Históricos, Valeriano Sánchez Ramos, impartirá una conferencia sobre la centenaria ermita. A continuación, el Director del Conservatorio de Grado Profesional de El Ejido y maestro en guitarra clásica con reconocimiento internacional, José Cristóbal Puertas García, interpretará las piezas de Albéniz, Falla y otras obras clásicas, acompañado por Juan M. Pérez Amo.
Finalmente, el domingo 13 de febrero, los actos concluyen con un homenaje a Juan Romero Guirao, antiguo párroco de Laujar de Andarax, quien durante 17 años ya que el sacerdote diocesano de Almería se jubiló el pasado mes de diciembre.
Breve historia
La tradición popular remonta la devoción a la virgen de la Salud a finales del siglo XVII, fecha en la que se aparición a diego Santaella, vecino que la dejó para su culto.. No obstante, y a través de la documentación histórica, el culto de esta advocación en la villa de alpujarreña hay que remitirla al primer tercio del mismo siglo. Se sabe que ya en esta época la imagen mariana estaba en las afueras de la población, en la ermita de San Sebastián y Santa Bárbara. El traslado en procesión en 1926 de la imagen de San Blas desde la parroquia de Laujar de Andarax a este santuario, ya lo refiere el título de la Virgen.
Sin embargo, a lo largo del siglo XVII, los laujareños se inclinaron finalmente por ofrecer un mayor culto a Ntra. Sra. de la Salud, terminando por zanjar la cuestión de la titularidad de la ermita. Con toda seguridad, La Virgen concentraba en sí todos los fervores que podían discurrir por una villa que había sido repoblada no hacía tantos años por una amalgama de vinos llegados de todos los rincones de la Corona. No hay duda que la imagen catalizaría la disparidad de prácticas religiosas que traían los repobladores de muy distinto origen. E ascenso del culto mariano llegó a su culmen a finales de siglo, cuando comenzó a convertirse en un punto eremítico de la época. En concreto se sabe que en 1691 dos ermitaños, Alonso de la Salud y Pedro de la Cruz, se instalaban en el lugar con el permiso del arzobispo, Fray Alonso de los Ríos. Hasta que el 20 de septiembre de 1710, la imagen fue colocada en el camarín de la ermita.
