«Víctor Rodríguez e hijos» se encargará de la reposición de las bóvedas y cúpula central.
Ya se han adjudicado las obras de la Catedral de La Laguna correspondientes a la segunda fase y centradas en la reposición de las bóvedas y cúpula central. En este sentido, la empresa elegida para tal fin ha sido “Víctor Rodríguez e Hijos”.
La decisión se tomó en la mañana de hoy, martes 25 de enero, en las Casas Capitulares por parte de la mesa encargada de valorar las diferentes ofertas presentadas. Dicha mesa, presidida por el deán de la Catedral, Julián de Armas, estuvo compuesta por representantes del Obispado, Ayuntamiento de La Laguna, Cabildo Insular de Tenerife, Gobierno de Canarias, Asociación Amigos de la Catedral, Delegación Diocesana de Patrimonio Histórico, y por el Cabildo Catedral.
Julián de Armas informó que tras la valoración, por parte de todos los miembros de la mesa, de las diferentes propuestas, “la empresa que merece la adjudicación de las obras es Víctor Rodríguez e Hijos. Hemos informado al Obispo de nuestro parecer y él ha respaldado la decisión unánime de la mesa de adjudicación.” De Armas agradeció el esfuerzo y dedicación del resto de empresas que optaban a construir la nueva cubierta de la iglesia lagunera y añadió que la empresa “Víctor Rodríguez e Hijos” tendrá un plazo hasta el 1 de marzo para comenzar las obras.
Por su parte, el arquitecto responsable de los trabajos, José Miguel Márquez Zárate, ha recordado que el presupuesto con el que se cuenta para esta segunda fase, proveniente del Ministerio de Cultura, es de 6 millones de Euros. “Los trabajos consistirán, básicamente en la reposición de las cubiertas. También se incluyen todas las acciones complementarias como son las referentes a instalaciones y mejoras del templo” –indicó Zárate. Por otro lado, señaló que si se cumplen los plazos establecidos, las obras, que tienen previsto comenzar como se ha indicado, el 1 de marzo, finalizarían en 20 meses. Por lo tanto, se espera que el templo catedralicio reabra sus puertas a principios de 2013.
Por último, Zárate hizo referencia a las posibles inclemencias del tiempo cuando se inicien las ejecuciones en el primer templo de la Diócesis. “Para combatir las lluvias y vientos que se puedan dar, el edificio posee una sobrecubierta que, en los días de mal tiempo, permitirá que los trabajos se deriven al interior de la Catedral”.
