La diócesis es la porción del pueblo de Dios, en un determinado espacio geográfico y en nuestro tiempo, animada por el Espíritu Santo, con su centro en la Eucaristía como actualización del Misterio Pascual de Cristo. La preside el obispo con la colaboración de los presbíteros y la ayuda de los diáconos. El culto, el servicio de la palabra y la atención fraterna de la comunidad constituyen el núcleo de la actividad de la Iglesia particular o diócesis. Todos necesitamos crecer en el interés, el afecto, la colaboración y el compromiso con nuestra Archidiócesis de Sevilla.
La Iglesia es solidaria
La iglesia en la Archidiócesis de Sevilla ha atendido a más de 344.753 personas durante el último año, en hospitales, ambulatorios, casas de ancianos, inválidos y minusválidos, orfanatos y guarderías. Hay que sumar la ayuda que las diversas Cáritas diocesana y parroquiales, han prestado a miles de personas en 255 centros.
La Iglesia es futuro
Hay 306 misioneros de la Archidiócesis de Sevilla repartidos por todo el mundo: sacerdotes, religiosos y religiosas, seglares… Ellos llevan la Palabra de Dios a los que necesitan una repuesta de esperanza y son ellos los que con nuestra oración y ayuda económica trabajan por un mundo que respete la dignidad de cada ser humano.
La Iglesia es esperanza
En 2009 se han celebrado 14.974 primeras comuniones, 4.274 confirmaciones y 5.314 bodas. Todos han encontrado en cada una de las parroquias de la Diócesis un lugardonde vivir y celebrar su fe.
La Iglesia defiende la dignidad de las personas
Casi 3.000 personas han sido atendidas por instituciones de la Iglesia en centros para víctimas de la violencia doméstica y de la prostitución. Asistencia a inmigrantes y refugiados. Centros de rehabilitación de drogodependientes. Instituciones para la promoción de empleo y erradicación de la pobreza.
Gracias a la colaboración económica de los católicos, la Iglesia puede llevar a cabo su labor en las parroquias, las diócesis y el tercer mundo.