El Obispo bendice mañana las obras de restauración en el Santuario.
Poco después de las quince horas de este sábado, la patrona gomera, Nuestra Señora de Guadalupe, entraba en el remozado Santuario de Puntallana, tras permanecer casi dos años en el templo de la Asunción, a donde fue trasladada, en el marco de su lustral “Bajada”, en octubre de 2008.
Las obras de restauración en la morada habitual de Puntallana hicieron que la Patrona Insular permaneciera en el templo matriz de la capital gomera hasta el mediodía de hoy, momento en el que el Vicario General, en un abarrotado templo, presidía la Misa. En su homilía, Antonio Pérez, señalaba la importancia de las Bajadas de la Virgen en las islas de esta diócesis. Ellas- sostuvo- son un reflejo, de la gran “bajada”, la de Jesucristo que se hizo uno de nosotros. Hoy también El quiere acercarse, hacerse amigo de cada persona y, para ello, como entonces, sigue siendo importante la presencia de la Virgen. “Ella nos ha visitado en este tiempo de un modo singular”. Estos acontecimiento – sostuvo- marcan de forma extraordinaria la historia y la vida de nuestros pueblos, de nuestras familias y personas”.
Tras la Eucaristía, los gomeros ocuparon la arteria principal de la villa capital para despedir a la “morenita agraciada”, la cual fue embarcada en el muelle en la misma barca que hacía casi dos años la trajo hasta S. Sebastián. Una veintena de embarcaciones la acompañaron en procesión marítima, hasta que fue desembarcada, con emoción y júbilo, en Puntallana.
Ya en la ermita, se pudo comprobar las importantes mejoras tenidas en este edificio histórico y en su entorno. Estas obras de restauración serán bendecidas este domingo, a las doce y media, en una solemne Eucaristía que presidirá el Obispo, Bernardo Álvarez, en el propio santuario de la gomerita de Puntallana.
Ahora habrá que esperar a 2013 para que la Virgen de Guadalupe vuelva a la capital de la isla colombina y recorra, posteriormente, las distintas parroquias de la isla.