El arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, ha presidido la Eucaristía que se ha celebrado en el convento de las Salesas con motivo del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales, y que ha sido concelebrada, entre otros sacerdotes, por el delegado diocesano de Medios de Comunicación, Isaac García. Se trata de la tradicional misa a la que convoca la Archidiócesis en colaboración con la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), que preside Ana María Carvajal, y que no pudo celebrarse en su fecha, el 24 de enero, por problemas de agenda.
"Periodistas, testigos de la verdad"
Mons. Asenjo pidió a los periodistas que sean "testigos de la verdad en el ejercicio de su profesión", y que no se olviden de los más pobres y necesitados. Tuvo un recuerdo especial para las víctimas de la catástrofe vivida en Haití, y destacó la "misión que los medios de comunicación tienen de mediar entre la noticia, la verdad, y los ciudadanos". Dirigiéndose de forma especial a los profesionales católicos, les pidió que "no oculten su fe por miedo", y reivindicó la presencia con naturalidad de los católicos en todos los ámbitos de la vida pública, entre ellos los medios de comunicación.
"La Iglesia tiene mucho que ver con vosotros", comentó dirigiéndose a los representantes de la Asociación de la Prensa, "porque anheláis las buenas noticias". "La Iglesia quiere ser amiga de los medios y los periodistas, no quiere telepredicadores, pero tampoco que escondanb su fe", concluyó.
El patrón de los periodistas
Previamente, el prelado sevillano glosó la figura de San Francisco de Sales, "una de las biografías más ricas y fecundas de la Iglesia en los siglos XVI y XVII", de quien recordó que es autor de una obra clásica de la espiritualidad cristiana, Introducción a la vida devota, con notable repercusión hasta hace poco tiempo. Mons. Asenjo destacó en su homilía los rasgos que vincularon a San Francisco de Sales con la profesión periodística, entre ellos el hecho de que hiciera instalar junto al Palacio Episcopal una imprenta, de la que salió, entre otras obras, el antecedente más reconocido de las actuales publicaciones diocesanas.