Bajo este lema, los días 29 y 30 de enero tuvieron lugar las IV Jornadas de Pastoral Obrera en el salón de actos del Palacio Episcopal, organizadas por el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera. La primera ponencia trató sobre la ‘Preocupación de la Iglesia con los empobrecidos del mundo obrero, en ella D. José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva, expuso la importancia de desarrollar la espiritualidad en el trabajo porque ella presenta el designio de Dios sobre todas las dimensione del hombre. La Iglesia mira a los empobrecidos del mundo obrero desde la dinámica que el trabajo afecta a toda la persona y a todas las personas; en el plan de Dios nadie ni nada del hombre debe quedarse fuera.
La segunda ponencia, presentada por Mª Carmen Martínez, del Secretariado de Pastoral Obrera de Córdoba, abordó el tema del compromiso de la Iglesia por la justicia y la situación de los trabajadores en el marco actual del desarrollo, señalando las exigencias que plantea el Santo Padre y qué soluciones aporta.
En la mesa redonda sobre ‘Retos ante la crisis: Respuesta de la Iglesia desde diversas Pastorales’ expusieron sus experiencias Manuel Montilla Caballero, Delegado diocesano de Migraciones, quien señaló que la tarea de la delegación es compartir el amor de Cristo acogiendo a quienes vienen de fuera y denunciar aquellas situaciones que vulneran los derechos de los emigrantes; Lali Ramírez Pérez, Vicesecretaria de Caritas diocesana, subrayó que la injusticia social y la exclusión habitaban antes de la crisis, y ésta lo que hace es agravarla. Manuel Díaz Sánchez, Director del Secretariado de Pastoral Obrera, habló de la caridad política y de los nuevos conceptos de pobreza (social, humana, marginal). Álvaro Martínez Moreno, delegado de Apostolado Seglar actuó de moderador.