Se ha celebrado con el lema «La vida:el mejor tesoro de la familia».
Con el lema: “La vida: el mejor tesoro de la familia” arrancó la XXXI Semana de la Familia en nuestra Diócesis el domingo 15 de Noviembre.
La conferencia de apertura estuvo a cargo del Excl. y Rvdmo. Mons. Fernando Sebastián Aguilar, Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela, en la que glosó el Lema desde una perspectiva teológica-pastoral ante 180 personas.
La Semana de la Familia se ha desarrollado en 10 localidades de la Diócesis, simultáneamente, y con el mismo Lema: Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Chiclana, Conil, Vejer, Barbate, Algeciras, La Línea y Ceuta. En cada localidad una Comisión Organizadora, dependiente del Secretariado de Pastoral Familiar y en la que participan diversos movimientos y asociaciones con implantación en la Diócesis, elabora su programa local y organiza los actos.
Este año han sido 64 actos en los que han intervenido 49 personas que desinteresadamente participan en esta actividad. Los actos han tenido una cobertura de la prensa escrita, radios y televisiones locales. Los carteles y programas se han repartido en todas las parroquias y centros educativos de la diócesis.
Además de las convocatorias a los actos programados se han realizado Eucaristías y Vigilias de Oración en muchas parroquias. La participación en los actos de cada localidad, según los organizadores, ha sido muy numerosa.
Los temas que se han repetido con más frecuencia hacen relación a: el valor de la vida; la educación en valores en la familia y modelos educativos; los malos tratos en el seno familiar; la atención a la mujer embarazada; los desafíos científicos de la bioética; el derecho a la vida; la familia como refugio de la crisis económica; la oración en familia; el musical por la familia y la vida, etc.
Así, la XXXI Semana de la Familia finalizó con una Eucaristía en la Catedral presidida por el Sr. Obispo D. Antonio Ceballos Atienza el domingo 22 y en cuya homilía reiteró su defensa del derecho a la vida en todos sus etapas, desde la fecundación hasta la muerte natural, así como la importancia de la familia en la transmisión de la fe y su participación en la vida parroquial.