XII Escuela de otoño de Cáritas En la tarde de este sábado era clausurada, en el seminario diocesano, la Escuela de Otoño de Cáritas que, en esta ocasión, se celebró bajo el lema: “conoce, ama y sirve”. La misma pretendía remarcar la importancia y centralidad de la persona, a la hora de realizar este servicio social. El director de Cáritas recordaba las afirmaciones del obispo de Tánger en el sentido de que no estamos llamados a regir los pueblos, sino que Jesús nos pide vestir al desnudo, dar de comer al hambriento, visitar al preso… Por ello, señaló Leonardo Ruiz, en Cáritas estamos para, en la medida de nuestras posibilidades, atender las necesidades de quienes vienen demandando ayuda.
Ponencia central
La ponencia central de las jornadas se tituló: “crisis, desarrollo humano y compromiso social de la Iglesia”, y estuvo a cargo de Juan Almonacid, del área de acción en los territorios de Cáritas Española. Almonacid defendió potenciar el desarrollo de la persona, frente al desarrollismo sin más. El desarrollo – sostuvo- no ha de ser un principio sólo de crecimiento económico, sin distribución de bienes. Es un reto – dijo- para la Iglesia impulsar otra perspectiva económica que lleve al crecimiento y a la mejor distribución. Para Almonacid el dinero no es un fin en sí mismo, ha de ser un medio para el beneficio de las personas. Es preciso –defendió- “el crecimiento con reparto”.
El ponente, indicó, que la clave de la acogida del que sufre ha de ser “muy horizontal, muy de calidad, que promocione al otro”. Aunque hoy hemos vuelto a dar respuesta a necesidades inmediatas ,reconoció el responsable de Cáritas, aún así hemos de ayudar a cada persona a ser protagonista de su progreso, y no caer en un exagerado asistencialismo. En cualquier caso, siempre ha sido y siempre será importante escuchar al que lo pasa mal, convertir, en nuestro diálogo con él, a la persona en lo central, en lo más importante, dejándonos afectar por su situación”.
Para Almonacid, en catorce años de un crecimiento económico importante, la tasa, el porcentaje de pobres no ha descendido. Ahora la realidad social, por la “llamada crisis, ha tenido una mayor repercusión, pero estaba larvada. La crisis había sido advertida por Cáritas desde hace años, en sus informes y desde su observatorio permanente”. Esta ONG Católica reclamó más implicación de todos y de cada una de las administraciones. “Siempre lamentablemente pagan los mismos. No hay reparto de riquezas y no podemos ni queremos asumir la protección social, ayudamos simplemente, ya que dijo, ni el estado, ni la economía, ni la sociedad en su conjunto estamos dando una respuesta adecuada del todo a la situación en que vivimos”.
Además… en la víspera del día de los sin techo.
Además de la ponencia central, la Escuela se compuso de distintos talleres, un concierto y una pequeña celebración en torno al décimo aniversario del proyecto Café y Calor, para la atención del colectivo de personas sin hogar. Este centro de baja exigencia para hombres sin hogar, nació como respuesta a las demandas de un colectivo que vive en situación de exclusión social, que no tienen hogar y que se encuentran, por lo tanto, viviendo en la calle.
El centro tiene una capacidad para 22 personas y en él, además de cubrir las necesidades básicas como el aseo personal, complementos alimenticios y el descanso nocturno, se ofrece una acogida y acompañamiento para la reintegración social plena.
La escucha activa, el respeto por la dignidad de cada persona y la confianza en las potencialidades de cada uno, son los valores desde los que se interviene socialmente con las personas sin hogar que acuden a este proyecto de Cáritas Diocesana.
El centro es el resultado del esfuerzo diario de un grupo de profesionales y una comunidad cristiana que, a través del voluntariado de las parroquias de la zona de la capital tinerfeña, colabora intensamente con el desarrollo del mismo.
