El Obispo asegura que en estos momentos de profunda crisis económica, el acompañamiento y la ayuda de la Iglesia son de gran esperanza para una sociedad dolorida.
Con motivo de la campaña del “Día de la Iglesia Diocesana” que se celebrará el próximo domingo día 15 de noviembre, bajo el lema “Somos parte de una Iglesia que acompaña y ayuda”, el Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Don Antonio Ceballos, ha querido resaltar en su Carta Pastoral la importancia de esta celebración como uno de los pilares sobre los que se sustenta la Iglesia Diocesana.
El Obispo asegura que en estos momentos de profunda crisis económica, el acompañamiento y la ayuda de la Iglesia son de gran esperanza para una sociedad dolorida. “Los católicos tenemos que ser personas dispuestas a escuchar, a acompañar y a ayudar como expresión de nuestro compromiso creyente”.
Asimismo, Don Antonio Ceballos afirma que para quienes acuden a la Iglesia buscando ayuda puedan encontrar en ella una respuesta satisfactoria, es necesario que dispongan de los medios adecuados. “La colaboración de los católicos y de los que valoran su labor es indispensable. En estas circunstancias es, más que nunca, expresión de vuestro compromiso eclesial. Todos tenemos que participar en la Iglesia y colaborar económicamente en su sostenimiento. Todos somos necesarios”. En este Día de la Iglesia Diocesana recordamos que nuestra responsabilidad es participar en las acciones pastorales, tanto litúrgicas como catequéticas y caritativas, y colaborar, también, en el sostenimiento económico.
Así, cerca de 20.000 sacerdotes, más de 50.000 religiosos y religiosas y un gran número de voluntarios seglares están al servicio del pueblo de Dios, anunciando la salvación de Dios a todos los hombres.
De otro lado, más de 1.200.000 alumnos reciben enseñanza en los 6.000 centros educativos, tanto privados como concertados, de titularidad católica.
En cuanto a la actividad caritativa y social de la Iglesia, 3 millones de personas han sido atendidas en los cerca de 5.000 centros que la Iglesia tiene abiertos para atender a los más necesitados. Las Cáritas diocesanas y su prolongación en las Cáritas parroquiales son las verdaderas impulsoras de la acción caritativa de la Iglesia. Han dedicado más de 260 millones de euros en los 17 programas de promoción y asistencia en los que están trabajando.
Cuenta de Resultados de 2008 del Obispado de Cádiz y Ceuta.
En el ejercicio de 2008 ha habido un incremento en la Aportación Voluntaria de los fieles, que contiene todas las colectas realizadas en las parroquias para fines propios y para otros fines como Manos Unidas, Misiones, Cáritas; Donativos generales y para fines específicos; ingresos por Archivos y Servicios Parroquiales, etc… de un 8 % más que en el ejercicio de 2007.
Sin embargo, de los cuatro apartados que suman el total de la “Aportación Voluntaria de los Fieles” solo el apartado de “Suscripciones, o Cuotas fijas” resulta un porcentaje negativo del 0,23% respecto al ejercicio de 2007. Este dato puede estar relacionado con la Crisis Económica.
Teniendo en cuenta que las cuatro fuentes de financiación de la Iglesia (Aportación directa de los fieles, Asignación Tributaria, Rendimientos del patrimonio eclesiástico y Otras fuentes de de financiación) la Aportación directa de los fieles es la más importante (supone un 50% de los Ingresos de la Iglesia española, superando la Diócesis de Cádiz y Ceuta la media nacional con un 54%). Entre sus modalidades, la “Suscripción Periódica”, la más deseable, ya que nos permite afinar más en nuestros presupuestos al conocer con que cantidades más o menos fijas podemos contar, deberíamos estar preocupados en cuanto a la autofinanciación, máxime, cuando estos resultados se refieren al ejercicio de 2008, que económicamente ha sido un año mejor que el presente 2009 y previsiblemente mejor que el 2010.
Es positivo el incremento de las aportaciones puntuales como colectas, donativos, etc, pero hay que procurar, no solo mantener, sino incrementar las aportaciones directas de los fieles mediante las suscripciones periódicas que es lo que nos podrá dar cierta seguridad de presupuestar y cumplir los objetivos y todo ello con las otras fuentes de financiación, que suponen un 20%; el Rendimiento del patrimonio eclesiástico, un 5% y la Asignación Tributaria, que supone un 25% de los ingresos de la Iglesia Española.
