Desde el pasado martes, 30 de junio, la parroquia de San Nicolás de Bari de Alhama de Almería cuenta con la talla de Santa Mónica. Esta santa es famosa por haber sido la madre de San Agustín y por haber logrado la conversión de su hijo. Su festividad se celebra, según el calendario litúrgico, el 27 de agosto.
Todo cuanto sabemos de santa Mónica se lo debemos a su hijo san Agustín. En sus Confesiones le rindió un homenaje imperecedero, amasado de ternura, admiración y gratitud. Y con la misma veneración la recuerda en los Soliloquios, en algunas cartas y hasta en obras de su ancianidad. En una de estas últimas atribuye su salvación a las oraciones de su madre: “las ardientes súplicas y cotidianas oraciones de mi buena madre […] evitaron mi perdición” (El don de la perseverancia, 20,53).
Por su vida personal, por su influjo en la vida de san Agustín y por sus posibilidades, santa Mónica es modelo perenne de esposas y madres cristianas. La Iglesia, al honrar su memoria, satisface en cierto modo la inmensa deuda que tiene contraída con tantas mujeres anónimas, que no sólo han preservado la fe de sus hijos, sino que los han conducido al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
Festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
El pasado martes, 30 de junio, la misma parroquia celebró la festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Una ceremonia que congregó a los feligreses de la localidad en torno al cuadro de la Virgen. Se tuvo en cuenta a las madres que atraviesan por algún tipo de dificultad, así como aquellas otras que con su esfuerzo anónimo y silencioso legaron la fe cristiana a los hijos de Alhama.
Una vez concluida la ceremonia en honor a la Virgen, el párroco, D. Ángel Beltrán Velasco, bendijo el nuevo Vía Crucis que engalanará las paredes del templo parroquial.
