Con motivo del XXI aniversario de su ordenación episcopal. Felicitación, ¿Qué sintió Ud. al ser nombrado Obispo?
Sentimientos de alegría y de pequeñez al sentirme llamado por Dios para una nueva misión.. Recuero que entonces dije lo que después se ha ido realizando en mi vida de ministerio Episcopal. Dije: A partir de este momento toda mi vida al servicio de Dios y de los demás. Ya no soy dueño de mi mismo, sino de los demás, lo que soy, lo que tengo, lo que puedo está al servicio del pueblo de Dios: mi tiempo, mis potencialidades, mi vida entera. Entonces lo traduje en unas palabras que dije en latín: “Omnibus caritis”. En todo el amor. Toda mi vida de obispo no tenía otra razón de ser que vivir en el Amor. Así tenía que transcurrir mi vida y todo esto desde la humildad, desde la pequeñez, desde la sencillez evangélica. Amar a todos y sobre todo a los pobres, como hizo Jesús, en su vida. Este fue mi deseo, mi lema, que está en mi escudo y anillo episcopal: Servir en el amor. En todo el amor.
¿Qué cambios se han originado durante estos años, en la Iglesia Española?
Necesitaría para contestar a esta pregunta un gran espacio de tiempo del que no disponemos, os diré no obstante con el Papa Benedicto XVI, es estos tiempos de laicismo, apostasía silenciosa y olvido de Dios: En la época de grandes cambios que estamos atravesando, la Iglesia os necesita a vosotros, queridos diocesanos, para llevar el anuncio del Evangelio… a todos recorriendo caminos antiguos y nuevos… y pide también que fortalezcáis vuestra presencia confesando en la vida pública con coraje y sin complejos, siendo en la sociedad “fermento” y “levadura” evangélica. Por mi parte como sabéis estoy convencido de que si os tomáis en serio vuestro compromiso apostólico podéis aportar una gran riqueza a la nueva evangelización a la que todos estamos llamados
16 años en Cádiz y Ceuta, ¿Qué ha recibido y qué ha dado a esta Diócesis?
En estos 16 años he recibido mucho. He recibido salud, acogida y cariño, por parte de todos y yo he procurado dar amor y servicio gratuito. Suelo decir que en la Diócesis de Ciudad Rodrigo nací como Obispo, ya que fue allí donde fui ordenado como Obispo, allí me encardiné, y en la Diócesis de Cádiz y Ceuta ha sido donde estoy desarrollando mi ministerio episcopal en plena madurez. Es decir los mejores años de mi vida los estoy empleando en esta Iglesia de Cádiz y Ceuta a la que amo, quiero y sirvo gratuitamente y a todos los gaditanos y ceutíes con ilusión y mucho amor.
¿Se ha arrepentido de algo, durante estos 21 años?
Me arrepiento cada día cuado llega la noche de no amar a Dios y a mis hermanos, a mi Diócesis, a mi pueblo, a mis gentes, a mis sacerdotes, a mis religiosos, religiosas, personas consagradas y fieles cristianos laicos, como suelo saludarlos, y, sobre todo, a los enfermos y a los pobres. Y de no sembrarme, cada día más como el grano de trigo al servicio gratuito a toda la Iglesia. También si he dañado o herido a personas e instituciones con mis actuaciones como Obispo. Suelo encomendar en mi oración a diario a aquellas personas e instituciones que considero que no los he tratado como debiera, dado que soy limitado.
En sus recuerdos, ¿Cuáles son los momentos de mayor trascendencia pastoral en su pontificado?
Son muchos los momentos importantes que he vivido en mi tiempo como pontífice. A mi me tocó decidir sobre cambios de estructuras, de personas y, sobre todo, la celebración de un Sínodo, el seminario, y la Acción Pastoral y estructurar la Curia Diocesana. Trato con mucha prudencia sobre las mismas. Y las consultas que recibo de la Santa Sede como Obispo.
Gabinete de Prensa del Obispado de Cádiz
