Bendecida la primera Residencia que se va a concertar en Andalucía para personas mayores en situación de exclusión social. A principios del año 2003 se impulsó desde Cáritas Diocesana la construcción de una Residencia en Córdoba para personas mayores del barrio del Campo de la Verdad y zona del Sector Sur solicitándose a la Gerencia de Urbanismo a tal fin la cesión de un derecho de superficie para edificar sobre una parcela de 1000 m2 en la calle Acera del Río.
Cáritas de Córdoba, después de más de 10 años de atención a personas mayores del barrio a través del servicio de atención domiciliaria, había detectado la gran demanda existente de una Residencia para mayores que no tuvieran el sufrimiento añadido del desarraigo al salir del barrio a otras residencias. Pero además, se trata de una de las zonas más deprimidas en Córdoba por causa del paro, siendo especialmente problemática la situación de jóvenes desempleados sin ninguna cualificación profesional por lo que en el mes de mayo de ese año 2003 se tramitó la solicitud al INEM de una Escuela Taller (“Trasbetis”), con un total de 60 alumnos a los que se pretendió ofrecer, con grandes resultados, la formación en oficios básicos (carpintería, albañilería, revestimientos e instalaciones) iniciándose al mismo tiempo de este peculiar modo la construcción de la Residencia, inicialmente prevista para albergar a 24 personas mayores.
A través de la Escuela Taller, cuyo objetivo básico de actuación fue precisamente la construcción de la Residencia, se procuró además facilitar la inserción laboral de los alumnos, constituyéndose un centro de formación integrada que combinaba las prácticas reales en la construcción de la Residencia. El día 4 de diciembre de 2003 se acordó por el Ayuntamiento formalmente la cesión de la parcela a favor de Cáritas obteniéndose en el mes de junio de 2004 la autorización previa para la creación de un centro con planta baja y dos plantas en altura, para personas mayores válidas, y el permiso para albergar una Unidad de Estancias Diurnas para 10 personas más, iniciándose las obras en el mes de julio de 2004 al obtenerse la preceptiva licencia municipal.
En enero de 2005, Cáritas Diocesana aprobó la ampliación del proyecto inicial en dos plantas más, solicitando poder atender a 40 personas en régimen de residencia y otras 10 personas en el Centro de Estancias Diurnas y pidiendo al Servicio Andaluz de Empleo la gestión de una nueva Escuela Taller bajo el nombre “Trasbetis II” para continuar en el trabajo enormemente fructífero de favorecer la integración laboral de otros 50 alumnos jóvenes de la zona.
Al concluir a finales del año 2007 los trabajos de la Escuela Taller “Trasbetis II”, en esta segunda fase del proyecto se había conseguido la contratación de 109 alumnos de los cuales se había conseguido insertar definitivamente en el mercado laboral un 60% después de habérseles facilitado la formación y la experiencia laboral básicas. Así, una parte importante del objetivo de integración social se había conseguido, pero la Residencia estaba ejecutada en menos de un 60% y tenía notables carencias que dificultaban la puesta en marcha del edificio para el uso inicialmente previsto.
En esta situación a principios del año 2008, Cáritas Diocesana de Córdoba encomendó la obra pendiente de ejecutar a la empresa Construcciones Ros Zapata S.A., con el fin de que el edificio pudiese en el menor tiempo posible estar dotado de todas las instalaciones y servicios propios para la atención digna de personas mayores válidas.
La Residencia, cuya superficie total construida supone 1862 m2 en cuatro plantas, para la atención de persones mayores válidas (no dependientes), está destinada a la acogida de personas en situación de exclusión social, siendo la primera iniciativa de este tipo que cuenta con el concierto público de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía. El edificio cuenta con sala de terapia ocupacional, capilla, sala de fisioterapia, sala geriátrica, amplios salones estar y cumple con los requisitos más exigentes de las normas vigentes.
Acto de bendición
D. Juan José Asenjo, Administrador Apostólico de la Diócesis de Córdoba y Arzobispo Coadjutor de Sevilla, bendijo el Hogar-Residencia San Pablo, situada en la Barriada del Sector Sur, el pasado día 13.
El acto comenzó con la intervención de Mª Dolores Vallecillo Fernández, Directora de Cáritas diocesana, quien manifestó su alegría y agradeció la colaboración y ayuda de tantas personas que han hecho posible este proyecto, destacando la generosidad de los cordobeses, ya que “a parte de los suscriptores que tenemos mensualmente, nos han llegado donaciones destinadas exclusivamente para esta residencia a favor de las personas más desfavorecidas”. A continuación, en representación de la Dirección técnica de las obras, Marcelo Miller Lourido, manifestó su “gratitud a todas las personas con la que hemos trabajado, especialmente a Cáritas por el entusiasmo y la labor social que realizan”.
Seguidamente, la Alcaldesa de Córdoba, Dª Rosa Aguilar, destacó el “esfuerzo y trabajo que realiza Cáritas diocesana en Córdoba”, y esta residencia “es un buen ejemplo” de su labor social y caritativa.
Posteriormente, D. Juan José Asenjo bendijo la Residencia y dirigió unas palabras a los presentes. En primer lugar, dio gracias a Dios, autor de todo bien: “si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles, por tanto, a Él todo honor, toda gloria, y toda nuestra gratitud”. También, manifestó su gratitud a todos los que han intervenido en la edificación de esta obra y a los que la han hecho posible. Señaló que esta Residencia “es el hito material paulino que va a quedar del año paulino”. Recordó que San Pablo -señaló- “es el himno al amor y a la caridad, corazón y columna vertebral del cristianismo”.
Antes de finalizar, se dirigió a las personas que desde el día 16 van a trabajar en esta Residencia, sugiriéndole “que en su trabajo cotidiano, al mismo tiempo que contemplan el rostro, a veces triste de nuestros ancianos y enfermos, que van a habitar en esta casa, se acostumbren a contemplar en esos rostros dolientes, el rostro desfigurado de Cristo y que trabajen, ciertamente, por trabajos humanitarios, pero, también, por motivos sobrenaturales, porque el Señor se identifica especialmente con nuestros hermanos los más pobres y abandonados que necesitan de nuestro cariño y ayuda”.
