Ante la noticia que aparece en la página 47 de ABC, del día 19 de Julio, firmada por J. Bastante, con el título «El Obispado de Málaga pide parte de su sueldo a los Profesores de Religión», este Obispado manifiesta:
1 Que desde hace cinco años se está llevando a cabo una campaña entre todos los fieles malagueños para que tomen conciencia de su responsabilidad con la propia Iglesia. Entre otros medios publicitarios, esta campaña figura en la publicidad que llevan los autobuses urbanos. Se trata, pues, de algo público y transparente.
2 Que gracias a esta campaña, la Iglesia de Málaga se autofinancia en el 81 % de su presupuesto.
3 Que una parte de dicha campaña consiste en el envío de miles de cartas a los fieles de la diócesis. Entre ellos, la han recibido religiosas, jardineros, jubilados, limpiadoras, administrativos, médicos, taxistas y profesores de religión. Contra lo que afirma la noticia recurriendo al entrecomillado, a nadie «se le exige», sino que como dice la carta literalmente, a todos se les «pide» que se apunten con una cuota fija domiciliada para el mantenimiento de la Iglesia diocesana. Es un ruego a la buena voluntad de los cristianos.
4 La carta, que dice el autor tener en su poder, es la misma para todos los cristianos de Málaga, con ligeras modificaciones para personalizar el envío, y nos haría un favor publicándola, pues tendríamos publicidad gratuita.
5 A nadie le consta en el Obispado que alguien haya dicho, desde el Obispado y en nombre del Obispado, como afirma el articulista, que nadie va a perder su puesto de trabajo o su sueldo por no apuntarse libremente a contribuir al sostenimiento de la Iglesia católica. Es obvio que nadie vaya a perder su trabajo por no aceptar este ruego de la Iglesia.
6 Todo lo demás de la noticia, como «El Obispado de Málaga pide parte de su sueldo», «exigir mediante carta» e «impuesto revolucionario» son manipulaciones interesadas, si es que no resentidas, de una campaña de la Iglesia, dirigida a sus fieles, entre los que también figuran la mayor parte de los profesores de religión.
Delegación Diocesana de Medios de Comunicación