Los sacerdotes de la diócesis de Guadix peregrinaron el viernes 10 de mayo a Montilla, para participar en la celebración con la que se conmemoraba el 450 aniversario de la muerte de San Juan de Ávila, el 125 aniversario de su beatificación y el 50 aniversario de su canonización. Hasta Montilla se desplazó la mitad del clero accitano, acompañado por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, para el que esta ha sido su primera peregrinación con el clero de su nueva diócesis. Lo que no era tan nuevo para Mons. Orozco era la ciudad de Montilla, ya que allí comenzó su ministerio sacerdotal, en la parroquia de San Francisco Solano, que también visitaron los sacerdotes.
Fue un día de fiesta, de celebración y de convivencia, ya que todos los actos fueron compartidos con el clero de la diócesis de Córdoba, presidido por su obispo, D. Demetrio Fernández. La celebración de la Eucaristía estuvo presidida por el cardenal Luis Ladaria, Prefecto de Doctrina de la Fe, quien pronunció también una conferencia para el clero sobre la santidad.
Los sacerdotes de la diócesis accitana suelen celebrar todos los años a su patrón, San Juan de Ávila, con una peregrinación a un santuario o templo significativo. No es la primera vez que esta celebración lleva a los sacerdotes hasta Montilla, lugar donde vivió sus últimos años San Juan de Ávila, donde murió y donde reposan sus restos. Allí pudieron rezar y ganar las gracias jubilares, ya que este 2019 es Año Jubilar, hasta el 31 de mayo de 2020.
En el viaje de vuelta, el obispo habló del traslado de las religiosas dominicas del Monasterio de Huéscar al Monasterio de las Madres Dominicas de Baza, del que dijo que es un dolor para el obispo, la diócesis y los sacerdotes que, en tan poco tiempo, la diócesis accitana haya quedado solo con un monasterio de clausura, el de las Madres Dominicas de Baza. E invitó a rezar por las vocaciones a la vida consagrada.
