María Lourdes Delgado Luque es una cordobesa de Lucena en búsqueda de la verdad porque la moda esconde muchos aspectos desconocidos que ella ha querido desvelar en su libro «Manual de moda sostenible».
La moda vincula la vida de muchas personas a las tendencias hasta reducir su capacidad de elección, por eso ella se ha empleado en la tarea de demostrar con datos y reflexiones cómo la moda recorta nuestra libertad. Esta doctora en Comunicación por la Universidad Ceu-Cardenal Herrera de Valencia y licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Córdoba, desempeñó la tarea docente en Zalima para dedicarse más tarde a la investigación de la comunicación en el ámbito de la moda y el estilo de vida, con especial atención a la sostenibilidad. Para María Lourdes la reforma más necesaria empieza por uno mismo y la identidad que Dios le ha dado por su vocación de numeraria del Opus Dei, definen su vida. Gracia, madre y familia son las tres palabras con que define su pertenencia a la Iglesia.
P. Si la moda es un medio de comunicación, ¿qué está transmitiendo en estos momentos?
R. Las propuestas de las agencias de tendencias no abarcan solamente el marco estético: PANTONE 16-1546 TPX Living Coral, así se denomina desde el punto de vista técnico el color de moda en 2019. Para este 2019 algunas de las macrotendencias son: estar precavidos respecto al futuro; el comercio 2.0, no es una opción; se acabó le hegemonía de la propiedad; hay que despertar, las cosas nunca se harán ya como hasta ahora; la transparencia se impone; es la hora de la auto-disrupción; o el consumo bajo demanda entra como “el nuevo normal”…
P. Una sociedad poco crítica es objetivo de las “marcas”, ¿cómo se puede afrontar el consumo de manera más trascendente?
R. Gilles Lipovestky, -un clásico de la teoría de la moda- explica en su libro “La era del vacío” que justamente, lo que hacen las marcas es aprovechar el vacío existencial que existe en el ser humano para llenarlo con los sueños y estilos de vida que ellas proponen. O lo que también denomina la periodista Naomi Klein, como “marcas huecas” que bajo un único paraguas de estilo de vida ponen a nuestra disposición todos lo que hemos de consumir para ser felices viviendo como ellas proponen. En definitiva, el problema no está en las marcas, está en nosotros que en lugar de llenar la cabeza de ideas que trascienden, la dejamos vacía para que ellas coloquen las suyas…
P. ¿La industria de la moda está deshumanizada?
R. Totalmente, se ha perdido de vista a la persona, solo se ven usuarios y consumidores. Y además se está usando como canal de para la deconstrucción humana y social. Especialmente para implementar ciertos aspectos de la ideología de género.
P. ¿Qué significa moda sostenible?
R. El concepto de ‘desarrollo sostenible’ fue propuesto por la doctora noruega Harlem Brundtland, en el año 1987, tras ser consultados más de 500 especialistas de diversas culturas, credos religiosos e ideologías. Todo ello quedó recogido en el documento “Nuestro futuro común” (“Our common future”). En ese momento se definió el desarrollo sostenible como: “aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
El diseñador cordobés Miguel Alex, afirma en una entrevista que aparece en mi último libro que “la moda ha sido siempre sostenible, lo que ahora la hace insostenible es el estrés al que la ha sometido el sistema de la moda liderado por la moda rápida. La sostenibilidad en moda abarca es sistémica y afecta a todas las etapas por las que atraviesa la creación del producto. En resumen, se busca desestresar al sistema desde las materias primas al consumo. Ardua tarea.
P. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la globalización de las tendencias de moda?
R. Han transformado al sistema, le han dado la vuelta. Su acción se puede calificar de tiránica. De hecho, hoy tanto las marcas como los productos se diseñan para ser consumidos en el entorno digital. Un ejemplo, hoy podemos ver en los contenedores de basura más cajas de marcas que bolsas. Lo que indica el cambio del consumo y la distribución. La omnicanalidad y la realidad aumentada del 5G, se imponen. El futuro busca nuevas experiencias e interacciones sociales en un reino virtual, las marcas se harán con avatares influenciadores. Ya están invirtiendo en programas de inteligencia artificial para detectar y responder a la cambiante mentalidad del consumidor.
P. Hay modas destructivas para el ser humano, ¿cómo se identifican hoy?
R. Las identificará quien tenga olfato para ello. Y esto se educa igual que el gusto estético. En relación a esto, suelo alertar en sentido positivo, sobre la gran oportunidad que supone para educar en la familia. La moda es un excelente canal de información para los padres. Se obtener una gran cantidad de datos que un hijo o una hija posiblemente no sea capaz de trasladar a los padres. No por que no quiera hacerlo, sino porque no sabe. Los padres si están atentos a los mensajes que su hijo /a lanza a través de los cambios de vestuario y de hábitos de estilo podrán adelantarse y salir al paso. -¿Qué valores imperan en la moda actual?
La corriente sostenible ha abierto un canal muy positivo y eficaz para hacer virtuosa la moda. Tanto en lo material como en los valores que transmite. Sobriedad, poner límites al consumo, lo que se conoce como las tres “R’s” reutilizar, reciclar, reducir.
P. ¿Está de moda proclamar tu fe?
R. En Europa no. Este es uno de los prejuicios que ha de quitarse de encima la vieja Europa. Y solamente hay una forma de hacerlo, con inteligencia, a través de las ideas. Falta una reflexión inteligente de la fe. Fe y razón, como dijo San Juan Pablo II y repite Benedicto XVI, van de la mano. Como he referido anteriormente, las marcas buscan cabezas vacías, o al menos inteligencias huecas.
