El delegado diocesano de Misiones, Danilo Cantillo, envía un mensaje ante el Día de la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco.
Un año más la Iglesia Diocesana de Málaga celebramos la Jornada que ayuda a tomar conciencia de la dimensión fundamental que es la “misión evangelizadora” fuera de sus propias fronteras.
La Diócesis de Málaga desde hace sesenta y cuatro años colabora en esta tarea con diócesis de Venezuela, que tienen falta de sacerdotes, religiosos y laicos dedicados a la “misión”, atendiendo a la llamada que hizo, en su momento, el Obispo de Málaga D. Ángel Herrera Oria.
La memoria de esta fidelidad se resume así: desde 1954 hasta 1986 los obispos de Málaga enviaron sacerdotes a las diócesis de Ciudad Bolívar, Cumaná, Maturín y Guanare; a partir de 1986 esta ayuda se reorientó hacia la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco, siendo los primeros enviados el P. Pulido, P. Zambrana y P. Lozano.
La Misión Diocesana de Caicara del Orinoco significa para la Diócesis de Málaga una voz profética en estos momentos de tanta angustia que vive el pueblo venezolano, y en especial, el pueblo caicareño.
Nuestra misión seguirá siendo orar, colaborar, alentar, animar y tomar conciencia que como Bautizados y Enviados, la Iglesia de Cristo debe estar en misión por el mundo.
Un servidor, colombiano de nacimiento y con once años compartidos con el pueblo venezolano, que conoce de los sufrimientos y esperanzas de este pueblo tan querido y cercano para nosotros, os anima a toda la Iglesia Malacitana a mantener nuestro recuerdo, hoy y siempre, por los misioneros enviados como por todo el pueblo caicareño.
No queremos terminar sin agradecer a Jesucristo, Misionero del Padre, por alentar y animar a nuestro Obispo D. Jesús, por seguir apoyando de primera mano esta misión.
Un abrazo a todos
