El 8 de septiembre, la Iglesia celebraba la festividad de la Natividad de la Santísima Virgen María. Nuestro Obispo, Don Amadeo, acudió a presidir la Eucaristía al bello pueblo de Chiclana de Segura en el día grande de su Patrona, la Virgen de Nazaret. La imagen de Nuestra Señora de Nazaret es una preciosa talla en madera que está fechada entre los siglos XV y el XVI y pertenece a un periodo de transición gótico-renacentista. Su devoción está muy presente en Chiclana de Segura y ese gran amor a la Patrona se ha extendido por pueblos vecinos y también en ciudades como Barcelona, Madrid y Valencia en donde existen hermandades filiales.
Las autoridades municipales, la Cofradía de la Virgen de Nazaret y un gran número de feligreses y visitantes que llenaban el templo parroquial acogieron con cariño y gratitud a nuestro Obispo que departió amablemente con muchos fieles.
La Eucaristía fue concelebrada por el párroco, D. Jesús Ureña; el vicerrector de nuestro Seminario Diocesano, D. Juan Carlos Córdoba Ramos y por un sacerdote natural de Chiclana, D. Domingo Muñoz León, eximio erudito de los estudios bíblicos.
En la homilía, Don Amadeo habló de la Virgen como “la amada” y como “la Señora” aludiendo a dos posibles etimologías del nombre de María. Invitó a los fieles de Chiclana a imitar a María y vivir así la fe como una experiencia del amor de Dios ya que «la fe no es saber teorías sino experimentar la presencia de un Dios cercano a nuestras vidas». El Prelado concluyó sus palabras expresando que «María nos conduce a Jesús, al encuentro personal con Jesús que nos da la plenitud de Vida».
