La Delegación diocesana de Familia y Vida invita a participar en el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que tendrá lugar en la capital irlandesa, Dublín, entre los días 21 al 26 de agosto, y que este año se celebra bajo el lema ‘El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo’.
La Archidiócesis hispalense prevé participar con un elevado número de familias, así, junto a otras diócesis españolas, ha reservado 95 plazas en el Hostel Jacobs Inn Dublin, para facilitar su viaje. Desde la Delegación diocesana se ha informado que es posible reservar este tipo de alojamiento hasta el 30 de marzo y que, dependiendo de la habitación elegida, el precio –por persona y con desayuno incluido- oscila entre los 227 y los 326 euros. El alojamiento es siempre en habitaciones múltiples y pudiendo ser compartidas. Igualmente, apuntan que tanto el viaje como los traslados corren a cuenta de los asistentes.
Programa
El Encuentro comenzará el 21 de agosto, cuya apertura se celebrará simultáneamente en todas las diócesis de Irlanda.
Del 22 al 24 de agosto tendrá lugar un Congreso que incluirá presentaciones, charlas, talleres y debates, junto a exposiciones, actividades artísticas y culturales. También se organizarán sesiones especialmente para niños y jóvenes, con el fin de que toda la familia participe en el Encuentro. Las jornadas se completarán con la celebración diaria de la Eucaristía, actos litúrgicos y momentos de oración.
El día 25 está previsto el Festival de las Familias, una celebración cultural con música, danza y canto, en un ambiente de oración y que contará con el apoyo de testimonios aportados por familias de distintas partes del mundo.
El papa Francisco pondrá fin a este Encuentro el 26 de agosto, con la celebración de la Eucaristía.
Las inscripciones al congreso y al encuentro con el Papa tienen un coste de 60 euros por adulto (consultar con la Delegación diocesana de Familia y Vida: emfsevilla@gmail.com).
¿Qué son los EMF?
Los Encuentros Mundiales de las Familias (EMF) se iniciaron en 1994, cuando el papa san Juan Pablo II solicitó al Pontificio Consejo para la Familia (actualmente parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida) establecer un evento internacional de oración, catequesis y celebración para las familias.
La finalidad del evento sería congregar a participantes de todo el mundo, contribuir a consolidar los lazos entre las familias y dar testimonio sobre la importancia vital del matrimonio y la familia para la sociedad en su conjunto. Desde entonces se ha venido celebrando en diversos lugares del mundo con una periodicidad de tres años, siendo la última convocatoria celebrada el año 2015 en Filadelfia.
