Un total de 17 jóvenes sacerdotes ordenados en los últimos diez años se congregaron la semana pasada en un encuentro que ha servido para compartir experiencias y ayudarse juntos en el camino vocacional y pastoral que están viviendo como presbíteros.
Junto a ellos, compartieron las jornadas de convivencia de dos días nuestro arzobispo, D. Javier Martínez, y el Delegado de Pastoral del Clero, D. Blas Gordo. En la residencia de los Agustinos en Monachil, los jóvenes presbíteros diocesanos compartieron, además de las posibles dificultades en su ejercicio pastoral, “los momentos en los que han visto la mano del Señor cercano”, explicó el Delegado el Clero.
En ese intercambio de experiencias pastorales y de momentos de esperanza vividos desde el ejercicio del ministerio sacerdotal, los jóvenes presbíteros granadinos ordenados en Granada en el último decenio reflexionaron sobre la esperanza que configura la vida, partiendo para ello del texto “La esperanza no defrauda”, del Obispo emérito de Pamplona-Tudela, D. Fernando Sebastián. En este sentido, el encuentro permitió “compartir la vida con una propuesta esperanzadora, más allá de las dificultades”, indicó D. Blas Gordo.
Asimismo, nuestro arzobispo compartió algunas pinceladas que, desde su experiencia como sacerdote y pastor de esta porción de Iglesia particular que es Granada, pueda ayudar a los presbíteros en su vocación y tarea pastoral. En este sentido, D. Javier subrayó el trabajo en equipo, alentando a los sacerdotes a crear equipos para trabajar al servicio del Evangelio y del pueblo de Dios desde las pastorales, todo ello en clave de misión del siglo XXI y de “Iglesia en salida” –en palabras del Papa Francisco- al encuentro de los hombres y mujeres sedientos de Dios y necesitados de esperanza cierta en el sentido y significado de la vida.
Este encuentro de sacerdotes ordenados en Granada en los últimos diez años, también contó con la participación del que fuera rector del Seminario Mayor D. Gerardo Martínez, quien actualmente acompaña también a nuestros sacerdotes mayores de la Diócesis. D. Gerardo ayudó a los jóvenes sacerdotes del encuentro a vivir pastoralmente el modo de ayudar y acompañar a las personas, así como el sacramento de la penitencia. Un tema que sirvió de punto de partida para un intercambio de propuestas y reflexiones puestas en común con del deseo de ser una ayuda mutua en la vocación como ministros de Cristo en el altar.
Paqui Pallarés