Conferencia de Amel Shamoun Nona, Arzobispo de la Iglesia Caldea de Sídney y anteriormente de Mosul.
El Foro Osio de la Catedral de Córdoba organizó una conferencia sobre el martirio de los cristianos en el siglo XXI y para ello, contó con el testimonio de Monseñor Amel Shamoun Nona, Arzobispo de la Iglesia Caldea de Sídney y anteriormente de Mosul.
En la presentación, el sacerdote Antonio Prieto, canónigo de la Catedral y responsable del Foro Osio, destacó de su biografía cómo Monseñor Amel Shamoun Nona en 2009 fue elegido Arzobispo de Mosul, con tan sólo 42 años, por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica Caldea, y durante algún tiempo fue el Obispo más joven de toda la Iglesia Católica. La situación política en Irak en el año 2014 le hizo tener que abandonar su Diócesis para trasladarse a la capital de Kurdistán cuando el ISIS tomó el control militar de Mosul. En este exilio forzoso acompañó a unas 20.000 familias, unas 120.000 personas que lo perdieron todo. En el año 2015 fue designado Obispo de la Iglesia Católica Caldea de Australia y Nueva Zelanda. Asimismo, Antonio Prieto afirmó: “Monseñor Amel Shamoun Nona es un obispo joven, que ha sufrido mucho pero que transmite paz y esperanza”.
El título de la ponencia fue «Vivir como cristianos en el siglo XXI es aceptar la realidad del martirio”. A lo largo de su intervención profundizó sobre la situación de los cristianos perseguidos en Oriente y el sufrimiento de comunidades en territorio iraquí.
El Obispo de Sídney comenzó su exposición explicando el origen de los cristianos caldeos que son descendientes de Abraham, «la gran civilización caldea de Mesopotamia tiene más de 7000 años historia y la mayoría de los cristianos en Irak son caldeos y se remontan en sus raíces a los siglos I y II de nuestra era». Después de hablar de la evolución de la Iglesia Caldea y de la historia de sus mártires. Monseñor Amel Shamoun Nona explicaba que en el curso de la historia centenares de las iglesias y monasterios han sido destruidos o convertidos en mezquitas y mostró algunos ejemplos de ello. Después de este apartado histórico, el Obispo se pregunta el por qué de las persecuciones y de la violencia, y el motivo es la fe. «Mientras que la fe cristiana no hace a las personas violentas, no pone en ellas el deseo de la guerra, ni la adquisición de armas, es muy notable que los musulmanes sí utilicen las armas para perseguirlos porque saben que los cristianos no las usan y ellos sí que se sirven de la violencia y de las armas», afirmó. Otro aspecto que destaca es que “el musulmán siempre ha querido apropiarse de los bienes de los cristianos porque su religión se lo permite y esto llega hasta el punto de que las personas pueden ser tomadas como esclavos”. A todo esto se suma que los cristianos han asumido vivir como personas de segunda clase y por ejemplo “cuando en un matrimonio uno de los cónyuges se convierte al islam, automáticamente todos sus hijos son musulmanes y esto queda registrado en el registro civil”.
Ante toda esta situación Monseñor Amel Shamoun Nona se pregunta ¿y cómo es posible vivir así? “El motivo es simple ellos aman su fe y quieren seguir siendo siempre fieles con el precio que sea” indica. “Y el precio que han pagado es muy grande, con millares de mártires que han derramado su sangre a lo largo de la historia que llega hasta nuestros días”. Y añade: “la fe cristiana se ha convertido para ellos en su identidad de tal manera, que ellos no distinguen entre la fe y una identidad humana, ambas están unidas. Por eso, no se pueden imaginar su identidad completa sin la dimensión religiosa, sin la fe en su vida”. Y explicó que cuando el Daesh llegó a Mosul, 130.000 cristianos tuvieron que marchar de sus ciudades y de sus casas dejando atrás el trabajo de toda una vida.
Al hilo de esto aclara que “la fe para ellos no es sólo una religión, es un modo de vida, es un viaje en la vida, constituye su realidad y toda su vida. Ser cristiano es lo más importante para ellos, lo que ponen en primer lugar y no sólo una cosa que se posee o una cosa que se tiene”.