Gracias a un proyecto con Manos Unidas, en el municipio San Martín de Jilotepeque, en el departamento de Chimatanango, en Guatemala, 750 mujeres no tienen que trasladarse de sitio para buscar agua, empleando ese tiempo en mejorar su formación y conocer sus derechos básicos.
Se trata del proyecto en el que Manos Unidas Granada ha colaborado con la Asociación de Derecho Comunitario Rural (ADECOR) gracias a las aportaciones de los granadinos en anteriores campañas.
El proyecto, que está previsto concluya este mes de marzo, ha permitido que nueve comunidades del medio rural mejoren su accesibilidad al agua, favoreciendo así por otra parte la formación básicas de mujeres. Para ello, se ha tendido 50 kilómetros de tubería, en cuyo coste para los materiales de construcción ha contribuido Manos Unidas, lo que ha permitido abastecer de agua corriente a 750 familias.
“El proyecto consigue que 750 mujeres no tengan que ir lejos a buscar agua, a los barrancos, o retiradas de la comunidad a una distancia de 3 o 4 kilómetros, sino más bien a dedicarse a otras tareas formativas, relacionadas a conocer sus derechos, o conocer formas de procesar plantas medicinales, porque no hay farmacias, o técnicas para procesar los alimentos, las frutas, ya que hay épocas de crisis de comida y se procesa para que pueda ser útil”, explicó Bartolomé Chocoj Camey, seglar guatemalteco que ha estado esta semana en Granada para acercar a los granadinos, desde las parroquias y colegios, la colaboración de Manos Unidas con ADECOR en este proyecto de cooperación internacional.
En su recorrido por colegios y parroquias, Chocoj, que ha participado en la Campaña de este año de Manos Unidas, con el lema “Comparte lo que importa”, ha transmitido su profundo agradecimiento y solidaridad del pueblo de Granada para los distintos proyectos, mostrando asimismo los frutos de esas aportaciones.
“Nuestro profundo agradecimiento por la solidaridad del pueblo de Granada a través de las diferentes delegaciones. Los aportes que están haciendo están ayudando a transformar vidas, ayudando a dignificar la vida, ayudando a construir paz, y sobre todo la mujer que es la parte más cruda de esta realidad que le ha tocado vivir en estas regiones. Que tengan seguridad que las contribuciones, los aportes que den los estamos usando de buena manera. Estamos luchando todos los días en nuestro actuar para que sean sostenibles nuestras acciones y no tengamos que pedir ayuda solidaria siempre”, señaló.
Paqui Pallarés