Durante la mañana del pasado 21 de diciembre, tuvo lugar la felicitación de Navidad al Obispo de Jaén, Monseñor Rodríguez Magro. Como es tradicional, un colegio de la capital asistió a la celebración para felicitar directamente a Don Amadeo.
El acto comenzó a las 12:30 horas en la Capilla Mayor del Seminario. A continuación, se leyó el Evangelio del día, centrado en la visita de la Virgen María a su prima Isabel. Posteriormente, el Vicario General de la Diócesis de Jaén y Deán de su Catedral, D. Francisco Juan Martínez Rojas, tomó la palabra para dirigir unas palabras a Don Amadeo, Pastor y Padre de la Iglesia de Jaén. Recordó que la finalidad del encuentro es la de “expresar nuestros mejores deseos con motivo de la ya cercana fiesta del Nacimiento del Señor y, como pueblo de Dios, alrededor de su Obispo, pedirle al Señor fuente y origen de todo honor y toda gracia que le asista con la fuerza del espíritu en el ya próximo año 2018 para que continúe usted siendo eficaz instrumento de la gracia de Dios en el servicio que desarrolla en esta Iglesia particular como garante de la fe y como principio de la unidad de todos los bautizados”.
Cada año, un grupo o movimiento cristiano de la capital felicitan la Navidad al Obispo con típicos villancicos. En esta ocasión fueron los niños del colegio Pedro Poveda, en nombre de la Institución Teresiana de Jaén que este año conmemora el I Centenario de su Aprobación diocesana. Dos alumnos fueron los encargados de leer la felicitación, destacando que “este será el año de la esperanza. Los seres humanos siempre estamos a la espera de algo. Desde esta perspectiva, podemos decir que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza”.
Después, Don Amadeo agradeció estas palabras recordándonos que “la felicidad, la transmite, nos la da, nos la ofrece, la pone en nuestro corazón un misterio, el misterio de Amor de Dios manifestado en ese Niño tierno, acompañado de esa Madre Purísima y acompañado de ese Padre amoroso, José. De este misterio nace la felicidad. Por lo tanto, prohibido estar triste. Hay que ser feliz, hay que ser felices”. También expresó su deseo de “que cada día encontremos a Cristo Jesús”.
Tras los cánticos de los alumnos, el Obispo felicitó, a todos y cada uno de los presentes, la Navidad, mientras mostraba una entrañable representación del Niño Jesús que era besada por quienes acudieron a este tradicional encuentro, que por segundo acto consecutivo es presidido por Don Amadeo. Finalmente, los asistentes departieron un momento de convivencia.