Como viene siendo habitual en los últimos años, Cáritas Diocesana de Guadix ha celebrado una convivencia previa a las fiestas navideñas. En esta ocasión, la parroquia de Santa Ana de Guadix ha sido la encargada de acoger a muchos de los voluntarios y trabajadores de los cinco arciprestazgos de la Diócesis.
La jornada comenzaba a las 12 de la mañana del día de ayer, 16 de diciembre, con la celebración de la Santa Misa dedicada especialmente a la Virgen. En las ofrendas se han rezado las antífonas de Adviento ofreciendo símbolos de cada una de ellas: la sal, que simboliza la sabiduría; el callado del pastor; una planta representando el tronco de Jesé; una llave (la llave de David); una vela encendida, representando al sol, Resplandor de la Luz Eterna; barro de la tierra (con el que el Dios formó al hombre) y pañales para el Niño Dios, además del Pan y el Vino.
Ha sido una Eucaristía muy participada por todos los voluntarios, presidida por el Vicario de Pastoral Social y Delegado de Cáritas, Juan Sáez, y concelebrada por José Antonio Robles, Vicario de Evangelización, José Antonio Martínez, párroco de Huéscar y José María Tortosa, Director de Cáritas del Marquesado (que se ha encargado de animar los cantos).
Posteriormente se ha tenido la comida donde se ha compartido productos típicos que cada uno ha traído de sus respectivos pueblos. A la par se han cantado villancicos para celebrar «la llegada de Jesús en este tiempo de fe y esperanza» como nos ha recordado Dori Morillas, directora diocesana de Cáritas.
Una vez más, todos lo que forman esta gran familia han vivido un encuentro alegre, festivo y sobre todo de convivencia para quienes comparten un mismo objetivo: la defensa de la dignidad de la persona, la promoción y centralidad de la misma.
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