Celebrada en Málaga, han asistido algunos sacerdotes de la diócesis de Guadix, entre ellos, Sergio Villalba, que es Delegado de Vocaciones y formador del Seminario.
Con motivo de fortalecer la espiritualidad sacerdotal, la Comisión Episcopal Española para el Clero ha organizado el encuentro “Discípulos y Apóstoles”, para sacerdotes de las distintas diócesis del sur (Andalucía y Murcia). Ha tenido lugar en la Casa Diocesana de Espiritualidad de Málaga “San Manuel González” comenzando la noche del domingo, 19 y concluyendo el miércoles, 22 de este mes. Buscaba esta actividad, ser un medio de formación permanente que potencie los diversos elementos de la espiritualidad sacerdotal.
La convivencia comenzó situándonos en perspectiva orante: renovar la llamada de Cristo al ministerio mediante la oración en retiro, meditando Mc 3, 13-15 “subió al monte y llamó a los que quiso. Instituyó doce para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar con poder de echar demonios”. Este retiro nos ha recordado que la oración del sacerdote es ministerio y que éste tiene su fuente en Cristo. Ahí comenzamos a contemplar la mirada de Cristo al mundo (y a mí dentro de él), para que los sacerdotes la hagamos propia. Solo así podremos encontrar las actitudes interiores necesarias para el ministerio que de manera actual se han desarrollado en los documentos magisteriales de la Iglesia y que estudiamos, profundizando a la luz de la Palabra de Dios.
Tras este encuentro inicial con el Señor, abundamos en el diálogo y en intimidad con Él profundizando existencialmente en el ministerio, renovando la conciencia de que no se será apóstol si no se es previamente su discípulo. Y para aprender de qué va esto, acudimos a los documentos conciliares y especialmente a la exhortación apostólica Pastores Dabo Vobis -os daré pastores-, que nos hace caer en la cuenta de que el discipulado no se vive sólo, sino en la compañía de otros sacerdotes discípulos que de modo claro se ve en el presbiterio de cada diócesis, arciprestazgo o equipo sacerdotal como lugar privilegiado de comunión.
Por último, convencidos de que este mundo, objeto de la mirada misericordiosa de Cristo, tiene necesidad de Él, profundizamos también en reasumir la misión a la que hemos sido enviados, actualizando el compromiso de seguir anunciando la Buena Noticia para el mundo, sobre todo, desde la misma experiencia personal de la redención que se convierte a su vez en instrumento del Señor para la salvación de humanidad.
Sergio Villalba
Delegado de Vocaciones de la diócesis de Guadix