Están invitadas todas las madres que esperan un hijo, sean de Guadix o de los pueblos de la comarca. No hace falta inscribirse, solo manifestarlo antes de la celebración. Al final, recibirán un patuco de regalo para el hijo o hija que esperan.
El Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, bendecirá a las mujeres embarazadas que lo deseen el próximo domingo 23 de abril. Será en la catedral accitana, en la celebración de la Eucaristía de las 12,30 horas. Se trata de un acto al que están invitadas todas aquellas mujeres que esperan familia, sean de Guadix o de los pueblos de la comarca, y que desean recibir la bendición del Señor en su proceso de embarazo.
Además, a aquellas mujeres embarazadas que reciban la bendición se les entregará un obsequio, que sirva de recuerdo de este acto tan entrañable y que, incluso, les puede resultar muy útil: recibirán unos patucos, de color rosa o azul, si saben ya si es niño o niña y quieren esos colores. Quienes no lo sepan aún, los podrán recibir de color blanco.
Junto a las madres gestantes, también se invita a que asistan y participen en la celebración de la Eucaristía los padres y los demás miembros de la familia. Se trata de un acto familiar, que quiere poner de relieve la alegría que supone la espera del nacimiento de un nuevo hijo y, sobre todo, que quiere invocar la bendición del Señor tanto para la nueva criatura, como para la madre y el resto dela familia.
Para participar, no hace falta inscribirse. Solo hay que estar en la catedral, el domingo 23 de abril, antes de las 12, 30 horas y manifestar que se desea recibir la bendición. Será en el transcurso de la celebración de la Eucaristía cuando el Obispo de Guadix se dirija a las madres y las bendiga, a ellas y a los niños y niñas que llevan dentro.
Esta celebración de las embarazadas está convocada por el Secretariado de Familia y Vida de la Diócesis de Guadix y se viene realizando en los últimos años con una notable participación de madres. Sin duda, será la de este año, una vez más, una celebración llena de esperanza, de ilusión, de confianza en el Señor y, por supuesto, llena de vida.